. Gestión Universitaria

Note article

El rol de las universidades ante el cambio climático

 

 

Amanda Enriqueta Violante-Gavira

Profesora Investigadora,Maestra en Ciencias, Departamento de Ingeniería Mecánica, Universidad de Guanajuato.

Correo electrónico: amanda@ugto.mx

 

Sergio Cano-Andrade

Profesor Investigador,Doctor en Ingeniería Mecánica,Departamento de Ingeniería Mecánica, Universidad de Guanajuato.

Correo electrónico: sergio.cano@ugto.mx

 

“Los científicos pueden plantear los problemas que afectan

al medio ambiente con base en evidencia disponible,

pero su solución no es responsabilidad de los científicos,

es de toda la sociedad”

Dr. Mario Molina, Premio Nobel de Química

Resumen

La educación superior ha cumplido con mantener el espíritu de una formación intelectual de trascendencia, que denota que los futuros profesionistas se encuentran preparados holísticamente para atender los desafíos de un mundo globalizado, complejo y dinámico. Sin embargo, si se analizan las problemáticas ambientales más urgentes a nivel mundial, se puede ver que el cambio climático no ha recibido, hasta el momento, la atención y acción que merece por parte de toda la sociedad. Es por ello que en el presente artículo se replantea el rol de las universidades a través de la actualización de los programas educativos y la forma de administrarlos, pero, sobretodo, de lograr aprendizajes significativos a nivel ontológico en beneficio del desarrollo, y a la vez, promover una sensibilidad perfilada a preservar un planeta habitable para las futuras generaciones.

 



Palabras Clave: Educación superior; cambio climático; calentamiento global

 

The role of universities before climate change

 

Abstract

Higher Education has kept the spirit of intellectual formation of transcendence, which denotes that future professionals are prepared holistically to meet the challenges of a globalized, complex, and dynamic world. However, if the most urgent global environmental problems are analyzed, itis observed that climate change has not received the attention and actions it deserves from the whole society. Thus, in the present article, the role of universities is studied through the actualization of educational programs and their management, but above all, to achieve a meaningful learning at the ontological level for the societal development and at the same time, to promote asensibility focused on the preservation of our environment for the future generations.



Key-words: Higher education; climate change; global warming.

 

I. INTRODUCCIÓN

Desde hace décadas, uno de los debates más significativos en materia de sustentabilidad es sobre el cambio climático; tema que debe de preocupar y ocupar como habitantes del planeta para ejercer un rol más activo y protagónico en un desarrollo social económicamente equitativo y ambientalmente responsable.

En este sentido, la problemática del calentamiento global puede ser analizada desde muchas perspectivas con la finalidad de abonar a su atención, desde el ciudadano, las instituciones educativas, las empresas y la comunidad científica.

Las instituciones universitarias tienen la gran responsabilidad de la formación integral de los estudiantes que, a mediano plazo, tendrán la gran oportunidad de aplicar sus competencias profesionales ya sea en el mundo laboral, o en estudios de posgrado y con fines de investigación; pero en ambos casos con todas las implicaciones y desafíos que representa.

Para ello es urgente analizar el impacto del involucramiento ambiental que hasta el momento han tenido las universidades como potenciales formadoras, no solo de profesionistas con un alto grado de conocimientos, sino de entes responsables y sensibles que privilegien nuestra naturaleza humana, traducida en términos del saber ser, saber hacer y saber convivir con nuestros semejantes y con el entorno natural que hemos afectado severamente y que con mayor intensidad, pide a gritos un poco de generosidad ante nuestro impresionante desarrollo científico y tecnológico.

Como un organismo mundial y sensible al desarrollo sostenible de la humanidad, las Naciones Unidas, en la Convención Marco Sobre el Cambio Climático establecen:“el cambio climático representa una amenaza apremiante y con efectos potencialmente irreversibles para las sociedades humanas y el planeta y, por lo tanto, exige la cooperación más amplia posible de todos los países y su participación en una respuesta internacional efectiva y apropiada, con miras a acelerar la reducción de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero”(ONU, 2015, pág. 1).

Miller(2003),Vásquez (2004), Whitten (2008), Chang (2010) y Brevik(2012) entre otros, sugieren que serán marcadas las amenazas que sufriría nuestro planeta con las temperaturas cálidas provocadas por las actividades antropogénicas a partir de la generación de gases invernadero.

Debido al actual ritmo de vida de las sociedades donde apremia el tiempo para la productividad y el desarrollo económico, las actividades humanas contribuyen al calentamiento global en períodos mucho muy rápidos en relación con los cambios que se producen de manera natural en el planeta, de ahí que debemos centrar la atención en retardar estos cambios térmicos asociados fuertemente a los precursores como lo son el metano, los óxidos de nitrógeno y el dióxido de carbono (Shepherd, 2014).

La perspectiva educativa para atender la problemática ambiental se vincula con los supuestos que Remedi(2004) y Frytag(2004) establecen y cuya coincidencia remarca la función de las universidades, como instituciones en las que subyacen las prácticas sociales, culturales e ideológicas y en las que destaca la educación basada en valores, con especial atención en pulir las formas de pensar y actuar en pro de la formación intelectual, formación que atiende, construye y consolida aprendizajes que deben tener aplicación en la vida.

Para este fin las instituciones educativas del siglo XXI, de cara a su responsabilidad social, como es la sustentabilidad del planeta, centran los procesos de enseñanza y aprendizaje en el modelo constructivista. Esta corriente es el común denominador de la formación integral de la educación moderna, así tenemos que de acuerdo con Díaz -Barriga (2006), Piaget, Ausubel y Vygotskyse perfilan como parte de la base teórica en la que se sustentan los procesos en la promoción de saberes a través de los programas educativos, con los que refuerzan y aterrizan su filosofía institucional y sus metas educativas.

El presente documento tiene la intención de coadyuvar al análisis reflexivo de la situación actual del planeta respecto al cambio climático a la fecha y en prospectiva, con el afán y la urgencia de emprender acciones desde el punto de vista de la comunidad universitaria, que inspiren y motiven al cuidado del medio ambiente a través de la cultura y la ciencia.

Con la intención de contribuir a dicho análisis, se revisan los siguientes aspectos sobre el cambio climático: concepto,opinión de la comunidad científica, causas, efectos y medidas de mitigación. Por otro lado, se revisa el rol de la universidad en torno a la educación ambiental, de manera particulara las aportaciones que se espera pueda enriquecer en torno al cambio climático, tema implícito en su filosofía, Modelos Educativos y Programas institucionales, en torno al tipo de ciudadano que tiene proyectado formar.

Finalmente se enuncian a manera de conclusión una serie de recomendaciones que enfatizan las temáticas abordadas y sobre todo los cambios de actitud y de grado de involucramiento que se espera tengamos todos, de manera particular los universitarios por el bien del planeta.

II. DESARROLLO

Actualmente uno de los debates más significativos sobreel cambio climático es la búsqueda de respuestas a las causas de este fenómeno. Existen posturas que lo asocian a la propia naturaleza y otras que consideran que el motivo del cambio climático son las actividades propias de la era industrial.

Nuestro planeta se torna cálido en las proximidades del ecuador y frío en los polos, alberga un gran número de especies animales y vegetales organizados armónicamente en una variedad de ecosistemas en climas regionales. La comunidad científica estudiosa de este fenómeno coincide en que la temperatura promedio de dichas regiones constituye el clima global de la tierra. Esta temperatura se ha ido modificando en la historia del planeta, en algunos casos de manera natural, sin embargo, los incrementos han sido bruscos en las últimas décadas, muy probablemente debido a las actividades antropogénicas.

El sistema climático ha sido ampliamente estudiado desde las últimas décadas; para Useros(2013) dicho sistema es la integración dinámica de la atmósfera, biósfera, hidrósfera, la geosfera y la biósfera, que de diversas maneras interactúan con los ecosistemas y las especies que los habitan. Cabe destacar el papel que desempeña el ciclo hidrológico y los componentes de la atmósfera en la existencia de los seres vivos, cuya variación determina las características del clima.

Lo que sabemos del clima, se basa en investigaciones sobre cuáles son sus componentes y cuáles son las causas y efectos de su variación. En este sentido, Useros(2013) asegura que el clima tiene por elementos constituyentes a la temperatura, presión atmosférica, humedad relativa, precipitaciones pluviales y vientos. Estos elementos fluctúan con respecto al tiempo y lo pueden hacer de manera sistemática o caótica.

Y que lejos de ser una magnitud específica, el clima constituye un parámetro que se puede describir en función de la media y variabilidad de la temperatura, así como de las precipitaciones y los vientos. Sabemos que el clima evoluciona con respecto al tiempo y en relación con otros factores como son la altitud y latitud geográficas, la altura respecto al nivel del mar, la orientación con respecto al sol, la velocidad de las corrientes oceánicas y la velocidad del viento. Así tenemos que cuando la temperatura cambia, repercute y condiciona la presión atmosférica, debido a las diferencias de densidad del aire al calentarse o enfriarse, formando como consecuencia, zonas ciclónicas o anticiclónicas, dependiendo de si disminuye o aumenta la presión. A su vez estas variaciones de presión producen los vientos que transportan la humedad y las nubes originando un proceso irregular en las precipitaciones.

2.1 El concepto

Recientemente, la literatura científica ofrece resultados contradictorios sobre el cambio climático. Sin embargo, el presente análisis se basa en la postura de la asociación del fenómeno climático con la industrialización.

A continuación,se presentan las concepciones del cambio climático para algunos organismos internacionales:

El Centro Euro-Mediterráneo sobre el Cambio Climático, citado por Duarte(2014, pág. 76) lo define como:“cambio del clima atribuido directa o indirectamente a actividades humanas que alteran la composición de la atmósfera mundial, y que viene a añadirse a la variabilidad natural del clima observada durante periodos de tiempo comparables”.

Para El Centro Mario Molina (2017, pág. 1)el cambio climático es:“La reconstrucción climática del pasado nos indica que, si bien la tierra ha tenido grandes transformaciones, por ejemplo, en las eras glaciales, éstas tomaron varios miles o decenas de miles de años en ocurrir. Recientemente los componentes del sistema climático como son la temperatura de la superficie de la tierra y los océanos, y la distribución de la precipitación, han cambiado aceleradamente, al grado en que se observan cambios en periodos de décadas; a este fenómeno se le conoce como cambio climático”

Debido a que en ocasiones suelen manejarse indistintamentelos términos calentamiento global y cambio climático, marcaremos la diferencia entre estos conceptos:“el calentamiento global es el aumento progresivo y gradual de la temperatura media de la superficie terrestre, responsable de los patrones climáticos mundiales”, y “el cambio climático se usa para descubrir el cambio significativo que se presenta en la actualidad y que no parece relacionarse con las variaciones cíclicas. El cambio climático es provocado por el calentamiento global que a su vez tiene su origen total o parcial en el aumento de los gases invernadero en la atmósfera, incide sobre los patrones de temperatura y precipitación del planeta, así como en la frecuencia y severidad de eventos extremos como huracanes y sequías”(González, 2003, pág. 379).

2.2 La opinión de la comunidad científica

Para la (ONU, 2017)la perspectiva ambiental, particularmente el cambio climático, está contenido dentro de sus 17 objetivos para transformar nuestro mundo de manera sostenible. De esta manera el objetivo 13 contempla la urgencia de adoptar acciones responsables a todos los habitantes del planeta,para combatir el cambio climático y sus efectos en nuestra supervivencia.

Para ello pone a nuestro alcance información producto de la investigación de la comunidad científica mundial, que nos debe hacer sentir protagonistas en esta complicada batallade cara a la búsqueda de soluciones efectivas a dicha problemática, surgidas de la ciencia y la educación.

A continuación, se presentan algunos datos numéricos que la comunidad científica ha difundido, en torno a las investigaciones del cambio climático y las consecuencias medioambientales que se estiman en el presente y en el futuro de la humanidad. De acuerdo con la ONU (2017), tenemos:“entre 1880 y 2012, se ha incrementado la temperatura media del planeta en 0.85°C con las consecuentes disminuciones en las producciones de cereales como trigo y maíz, alimentos indispensables para el consumo humano. Respecto al deshielo de los glaciares, se ha incrementado el nivel del mar en 19 cm. Algunas investigaciones científicas estiman que la elevación media del nivel del mar podría ser para 2065 de entre 24 y 30 cm y para 2100 de 63 cm”.

Asegura también, que los océanos seguirán calentándose afectando la vida de los ecosistemas acuáticos y consecuentemente a los ecosistemas terrestres: “El Ártico ha perdido hielo a un ritmo de 1.07 millones de km2 cada decenio desde 1979, producto de las actividades industriales. El dióxido de carbono, uno de los principales precursores del calentamiento global, ha incrementado en aproximadamente en un 50% desde 1990”.

El grupo intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC) en el que conjuntamente trabajan 4000 científicos de todo el mundo realizaron investigaciones cuyos resultados reportados en 2007, presumen que es 90% probable que el cambio observado en el clima, con las terribles y lamentables consecuencias de las que todos hemos sido testigos, es debido a las actividades humanas y con ello al desarrollo industrial que nos provee de una vida más confortable, pero que tiene otra cara de moneda que no queremos y no nos gusta ver (Molina, 2017).

No podemos negar la relación del cambio climático con la temperatura global del planeta. En este sentido los reportes de la Organización Meteorológica Mundial(OMM, 2017) establecen los siguiente:“Las temperaturas mundiales registradas de enero a septiembre de 2016 fueron superiores en 1,2 °C a los niveles preindustriales y en 0,88 °C (1,58 °F) a la media del período de referencia de 1961-1990. Fueron especialmente elevadas en los primeros meses del año, durante los cuales se registraron anomalías mensuales sin precedentes de +1,12 °C (+2,02 °F) en febrero y de +1,09 °C (+1,96 °F) en marzo. En la gran mayoría de las zonas terrestres, las temperaturas superaron la media del período de 1961-1990. En algunas partes del Ártico de la Federación de Rusia cerca del estuario del río Ob y NovayaZemlya, superaron la media en 6 °C a 7 °C. En muchas otras regiones árticas y subárticas de Rusia, Alaska y el noroeste de Canadá se superó la media en al menos 3 °C. En más del 90% de las zonas terrestres del hemisferio norte fuera de los trópicos, se registraron temperaturas de al menos 1 °C por encima de la media. En el hemisferio sur las temperaturas fueron menos extremas, aunque en muchas regiones superaron la media en 1 °C o más, por ejemplo, en el norte de América del Sur, el norte y este de Australia y en gran parte del sur de África”.

El Gráfico 1, muestra las anomalías que sufrió la temperatura mundial desde finales de la era pre industrial y que tuvo un histórico repunte en 2016(OMM, 2017).Por su parte la NASA (2017) cuenta con información científica que muestra el cambio de la temperatura global y coincide con la OMM en que la mayor temperatura de que se tiene registro fue en 2016 (ver el Gráfico 2).

Fuente:Organización Meteorológica Mundial (2017) Disponible en:https://public.wmo.int/es/media/comunicados-de-prensa/declaraci%C3%B3n-provisional-de-la-omm-sobre-el-estado-del-clima-mundial-en

Fuente: NASA / GISS(2017) Disponible en: https://climate.nasa.gov/vital-signs/global-temperature/

2.3 Causas

La creciente quema de combustibles fósiles, la indiscriminada deforestación, el desarrollo de las actividades ganaderas y la producción de fertilizantes, son las principales causas de producción de gases efecto invernadero(Beltrán y otros(2010)). A continuación, se explica la presencia y el impacto de estos gases en la atmósfera.

2.3.1 Efecto invernadero y gases invernadero (GEI)

De acuerdo con Power(2009), la atmósfera terrestre está formada principalmente por gases monoatómicos y diatómicos como el argón (Ar), oxígeno (O2), el nitrógeno (N2), que no presentan ninguna resistencia a la radiación térmica infrarroja. Sin embargo, y en menor cantidad, también existen gases poliatómicos en su mayoría, como el vapor de agua (H2O), dióxido de carbono (CO2), el metano (CH4), el óxido nitroso (N2O) y el ozono (O3) en cantidades variables de acuerdo con factores climatológicos como la humedad, que tienen el poder absorber y reemitir la radiación infrarroja produciendo el llamado efecto invernadero al retener en la atmósfera parte de la energía proporcionada por el Sol (Beltrán et al.(2016)).

Consecuentemente, Sagrera (2011) explica que cuando se incrementa la capacidad de absorción de energía infrarroja, las emisiones de GEIalteran los procesos por los que el clima permite el equilibrio entre la energía que incide en la tierra y la que seirradia. Los excesos de estos gases ocasionan el calentamiento del planeta y es cuando se torna una situación perjudicial por todas las consideraciones ya mencionadas.

Uno de los aspectos más relevantes en que convergen las recientes investigaciones sobre el cambio climático radica en el efecto de las actividades de tipo industrial y el gran número de reacciones de combustión que ocurren todos los días y en todo el planeta,las cuales han detonado grandes alteraciones al equilibrio del flujo energético natural que es prácticamente perfecto(Beltrán et al.(2016)). Respecto a los elementos naturales del clima, podemos decir que el sistema climático está constituido por la atmósfera, las biósferas terrestre y marina, la criósfera (hielo marino, cubierta de nieve, los glaciares de montaña y capas de hielo a escala continental) y la superficie terrestre. Todos estos elementos tienen una incidencia directa en el clima mundial y cumplen con la función de absorber y transmitir la radiación solar y la infrarroja que retorna al espacio, modificando con ello, las propiedades de la superficie, así como la cantidad y naturaleza de la nubosidad; asimismo, se encargan de distribuir el calor horizontalmente y verticalmente, desde una región hacia otra a través de los movimientos atmosféricos y de las corrientes oceánicas(Sagrera(2011).

Dentro de las consideraciones más relevantes que Maqueda (2005), Zilio(2008) y Power(2009)hacen en sus investigaciones, es tomar por referencia que el Protocolo de Kyoto establece como GEI, aldióxido de carbono (CO2), metano (CH4), óxido nitroso (N2O), hidrofluorocarbono(HFC), hidrocarburo perfluorado (PFC) y hexafluoruro de azufre (SF6).

La comunidad científica estima que los GEI junto con otros contaminantes en concentraciones elevadas,tienen importantes consecuencias en la salud humana y en el medio ambiente.Su efecto en el cambio climático radica en su contribución a retener parte de la energía emitida por la superficie terrestre, por lo que al aumentar su concentración es de esperarse un incremento de la temperatura promedio del planeta. A continuación,se explican algunas generalidades que se consideran relevantes en este documento, sobre los tres principales GEI.

2.3.2 Dióxido de carbono (CO2)

De acuerdo con el Protocolo sobre Registros y Transferencia de Residuos (PRTR , 2017)el dióxido de carbono es un gas de molécula lineal inodoro, incoloro, no inflamable a presión constante y es soluble en agua. Se produce en la naturaleza mediante procesos de combustión como la respiración, por la oxidación de nutrientes con generación de energía y agua. De igual manera por los incendios forestales por la quema de combustibles fósiles. En estado líquido, se evapora con mucha rapidez, originando la saturación total del aire, lo que puede provocar riesgo de asfixia, al contacto con la piel y los ojos puede ocasionar graves efectos de congelación. En estado gaseoso la inhalación de elevadas concentraciones puede ocasionar taquicardias, hiperventilación, pérdida del conocimiento y dolores de cabeza agudos.

Estudios previos han señalado la importancia del incremento en el uso de energías limpias, el cuidado de los bosques y selvas tropicales como potenciales elementos para la disminución del CO2 producto de las actividades antropogénicas, son de grandes desafíos que necesitamos emprender, la esperanza de qué y cómo cambiar, está en las personas que busca educarse y producir, solo se debe hacer énfasis en que esa productividad debe estar ligada a una conciencia ambiental, que nace, crece y se puede forjar en las universidades.

El Gráfico 3 muestra los países que tienen la mayor producción de CO2mundial hasta 2015, donde destaca en primer lugar China, seguida de los Estados Unidos y la Unión Europea, datos reportados por la Comisión Europea(2017).

El Gráfico 4 muestra la medición global en partes por millón (ppm) de CO2 en el planeta, en el cual se puede apreciar que la emisión de CO2se ha incrementado notablemente de 2006 a 2016.

Fuente: Comisión Europea(2017) Disponible en:http://edgar.jrc.ec.europa.eu/

Fuente:NASA / GISS Disponible en:https://climate.nasa.gov/vital-signs/carbon-dioxide/

2.3.3 Metano (CH4)

De acuerdo con Burbano (2006) el metano, denominado gas de los pantanos, constituye uno de los componentes más agresivos de los llamados gases efecto invernadero. Es un hidrocarburo formado por un átomo de carbono y cuatro de hidrógeno, más ligero que el aire, es incoloro, inodoro e inflamable. Armenta (2017, pág. 184) comparte con algunos investigadores (Meraz et al., 2004; Ducomet al., 2009; Imet al., 2009; Sierra et al.2014) que el metano retiene 21 veces más radiación solar que el dióxido de carbono, de ahí el gran impacto que tiene en el calentamiento del planeta.En este sentido, por la importancia que tiene la presencia del metano en la atmósfera, a continuación, se muestran algunas formas de su producción e incorporación al medioambiente.

La primera es a partir de la digestión anaeróbica que se lleva a cabo desde los drenajes, el tratamiento preliminar y en el tratamiento biológico de las plantas de tratamiento de aguas residuales, donde de acuerdo Burbano (2006), Lazcano (2013), Rodríguez (2015), su formación es el producto de un proceso de cuatro reacciones químicas consecutivas en ausencia de oxígeno, realizadas por varios tipos de bacterias; dicho proceso degrada la materia orgánica en un 90%, obteniendo como productos metano, dióxido de carbono y otros componentes. Estas reacciones son hidrólisis, acidogénesis, acetanogénesis, y metanogénesis, siendo esta última la relacionada con nuestro análisis.

La segunda forma de producción de metano es a partir de residuos sólidos en los rellenos sanitarios, los cuales han ido en aumento en los últimos años debido al aumento de la población, con un incremento proporcional en la producción de biogás, que es donde se encuentra precisamente el metano (Armenta (2017) y Rodríguez et al(2015)).

También, tenemos la producción de metano a partir del ganado bovino, de acuerdo con Beltrán (2016) se genera 9 % de dióxido de carbono por la respiración y un 37 % de metano por la fermentación entérica y el manejo de las heces.

Sea cual sea el origen del metano, lo recomendable es captarlo y tratarlo para ser usado como combustible debido a su poder calorífico, con lo cual se estaría reduciendo su impacto en el calentamiento global. Es justo aquí donde se propone hacer énfasis en el rol de las universidades, en involucrar a los estudiantes y a los profesores a generar conocimiento producto de investigaciones perfiladas al aprovechamiento del biogás como fuente de energía y al mismo tiempo reduciendo su impacto en el ambiente.

2.3.4 Óxidos de nitrógeno (NOX)

Los resultados de varias investigaciones coinciden en torno a los efectos de los óxidos de nitrógeno como componentes activos de los gases efecto invernadero, y en este sentido, como importante precursor del calentamiento global.

De acuerdo con Alejo (2011) y Whittenet al.(2008)los óxidos de nitrógeno son la combinación del monóxido de nitrógeno (NO) y dióxido de nitrógeno (NO2), los cuales se representan como óxidos de nitrógeno (NOx). Su emisión a la atmósfera inicia con el NO que posteriormente se transforma en NO2 y otros compuestos de nitrógeno.

Numerosas investigaciones consideran que además de la participación de los óxidos de nitrógeno en el aumento temperatura terrestre, tienen impacto en la formación del smog fotoquímico, ya que, al combinarse con otros gases como hidrocarburos parcialmente oxidados y oxígeno atmosférico, se produce ozono (O3) en la superficie de la tierra, donde éste último es indeseable y causante de serios efectos en la salud. El dióxido de nitrógeno (NO2) es un gas amarillento y tóxico que se forma de las combustiones a altas temperaturas en automotores y plantas termoeléctricas, por su facilidad para disolverse en el agua, forma ácido Nítrico (HNO3) que es un componente de la lluvia ácida(Vázquez(2004), Whittenet al.(2008) yPRTR(2017)).

El óxido nitroso(Noyola(2013))proviene de procesos aerobios relacionados con el ciclo de nitrógeno (nitrificación y desnitrificación). También se forma, en las plantas de tratamiento de aguas residuales y en los procesos de generación de energía eléctrica a partir de combustibles fósiles, junto con el dióxido de carbono y el metano, todos con grandes consecuencias en el cambio climático. Sin embargo, su formación en las plantas de tratamiento es mucho menor en relación con las plantas generadoras de electricidad. Se obtiene en los procesos de elaboración de abonos para la agricultura por la producción de ácido nítrico y de ácido adípico (Maquedaet al (2005)).

Desde el punto de vista de las consecuencias que trae la producción de los óxidos de nitrógeno, no solo al calentamiento del planeta sino a la salud, debido a su reactividad ya que al inhalarse afecta al tracto respiratorio y a los pulmones entre otras posibles afectaciones, de acuerdo con Martin (2009, pág. 23) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) tiene a la contaminación del aire, como una de las prioridades mundiales más importantes en materia salud. Estudios recientes señalan que 1.4% de las muertes a nivel mundial se asocian a la contaminación del aire y que la mitad de este impacto se debe a las emisiones producidas por los vehículos automotores o fuentes móviles. Otras fuentes fijas que producen óxidos de nitrógeno son las termoeléctricas, refinerías de petróleo y los motores de combustión interna.

Si bien es cierto que la humanidad tiene grandes desafíos en cuestiones ambientales y que ha resultado hasta ahora muy complicado la reducción de los niveles de contaminantes por el uso de combustibles fósiles, con la consecuente emisión de óxidos de nitrógeno y los demás gases efecto invernadero de fuentes fijas y móviles, creemos importante destacar la participación del ciudadano, del estudiante y del profesionista en realizar las aportaciones a su alcance. En este artículo, se considera que la universidad tiene grandes facilidades para tomar acciones, para hacer conocer la situación, para difundir la información del diagnóstico del cambio climático y para intentar cambiar la cultura y la preocupación por el medio ambiente y para convencer a los futuros profesionistas de la importancia de la generación y utilización de energías limpias, que salvarán vidas y salvarán a nuestro planeta.

Whittenet al.(2008, pág. 402)y otros investigadores señalan que durante el siglo XX se provocaron importantes concentraciones de dióxido de carbono por el uso de combustibles fósiles, y los científicos creen que al inicio del siglo XXI se pudo duplicar esta concentración, en relación con la existente antes de la Revolución Industrial, y que la concentración se incrementó de los últimos 100 a 200 años en un 25%.

El Gráfico 5 muestra la proporción en que se ha disparado la producción de los gases GEItales como el metano (CH4), el óxido de nitrógeno N2O)y el dióxido de carbono (CO2), en el último siglo.

Fuente: Armenta (2010)

2.4 Efectos)

Muchos investigadores nos han alertado de las consecuencias que trae y seguirá trayendo el cambio climático en caso de no tomar las medidas de reducir los GEI. En este sentido, Molina (2017, pág. 6) refiere el uso de modelos matemáticos para realizar proyecciones sobre el cambio climático para distintas concentraciones de GEI. Con base en ello las estimaciones apuntan a un incremento de temperatura de entre 1.1 y 6.4°C hacia el final del siglo XXI.

Una de las principales ideas de la investigación de González (2003)está relacionada con la clasificación de los efectos del referido fenómeno térmico en los seres vivos, los cuales se tornan dramáticos e irreversibles y quedan contemplados en los niveles fisiológico, distribución geográfica, fenológico y de adaptación.

Al respecto, Lema (2002), González (2003), Santiago(2008) y el IPCC(2007)coinciden en los eventos extremos que tienen origen en el cambio climático y comprenden patrones de sequías y ondas de calor prolongadas que pueden provocar incendios forestales y la desertificación, mayor fuerza en los tornados, frentes fríos y fuertes y constantes lluvias, así como tormentas de nieve y heladas. Con ello se esperaría una disminución en la productividad agrícola, poniendo en riesgo la seguridad alimentaria.

Estos investigadores además estiman la presencia de intensos huracanes e inundaciones, por lo que se presenta la posibilidad de ahogarse o lesionarse física y psicológicamente, no de menor importancia son las pérdidas y afectaciones en las casas habitación, muebles y electrodomésticos que las personas pierden ante las inundaciones.

En cuanto a la salud, destacan las enfermedades gastrointestinales y respiratorias por agua contaminada y por la falta de higiene, además de las enfermedades causadas por vectores tales como los mosquitos y otros insectos, ya que su desarrollo y reproducción se ven favorecidos por el clima y su temperatura, que en el caso de incrementarel nivel del mar se podrían presentar epidemias o incluso pandemias, poniendo en peligro la vida de las poblaciones humanas.

En el Gráfico 6 se puede apreciar el incremento en el nivel del mar en milímetros de 1993-2015 (NASA, 2017).Según la NASA (2017) la expansión que sufre el agua del mar por calentamiento y la fusión de las capas de hielo y los glaciares, son elementos que se relacionan con el calentamiento global y que, por tanto, provocan el aumento del nivel del mar.

El Gráfico 7, muestra el deshielo de la Antártida y Groenlandia desde 1993 a 2016, respectivamente, lo cual demuestra lo grave de la problemática en análisis.

Fuente: NASA. GISS 2017 Disponible en:https://climate.nasa.gov/vital-signs/sea-level/

Fuente: NASA/ GISS 2017 Disponible en:https://climate.nasa.gov/vital-signs/sea-level/https://climate.nasa.gov/vital-signs/sea-level

2.5 Medidas de mitigación

Para enfrentar los efectos del cambio climático, en este artículo se plantea como indispensable planificar y evaluar acciones destinadas a la adaptación del ser humano a un entorno diferente, con la premisa de disminuir la vulnerabilidad de las personas y de su hábitat.

Molina (2017) propone el cumplimiento de los acuerdos internacionales regulatorios de GEI, sugiere poner precio a las emisiones, acelerar las investigaciones sobre el uso y aprovechamiento de energías alternativas como la energía solar, la eólica y la nuclear de última generación, de igual forma hacer uso eficiente de los recursos naturales.

Una de las medidas que se podría atender de manera inmediata y responsable, es la reforestación con especies de rápido crecimiento, aprovechando su capacidad de secuestro de carbono.

Algunas acciones relevantes son prevenir y controlar incendios, generar políticas para controlar la expansión de la mancha urbana y reducir la demanda de la movilidad.

Otra posible solución a mediano plazo es la producción y uso biocombustiblesprovenientes de la incorporación de suelos marginales a la producción agrícola, lo que podría reducir el uso de combustibles fósiles, causantes de los GEI (Platas(2016)).

Sin duda el aprovechamiento del biogás como combustible por su alto contenido de metano, representa una importante acción para frenar el cambio climático y sus efectos, el cual es producido de manera natural en las actividades ganaderas (Beltrán(2016)), rellenos sanitarios(Armenta (2017)) y en plantas de tratamiento de aguas residuales(Burbano(2006) y Rodríguez et al.(2015)).

A continuación, y una vez expuestos los principales conceptos, la opinión de la comunidad científica, las causas, efectos y formas de mitigación del cambio climático, corresponde hacer un breve análisis de la función social implícita en la misión de las universidades como promotoras de la formación integral, con apego a los valores humanos, de donde se desprende la responsabilidad en el cuidado al medio ambiente.

2.6 Rol de la universidad en torno a la educación ambiental

En el devenir de la función social, la educación universitariaha cumplido con mantener el espíritu de acrecentar la cultura a través sus principios filosóficos para lo cual,yante todo, promueve la formación intelectual de trascendencia, esto es una formación que denote que los futuros profesionistas, se encuentran preparados holísticamente para atender los desafíos de un mundo globalizado, complejo y dinámico.

En el presente análisis, se hace indispensable replantear el rol de las universidades de modo que sea oportuno, pertinente y estratégico. En este sentido, es necesario realizar las gestiones para reformular los programas educativos y la forma de operarlos, pero sobre todo de lograr aprendizajes significativos a nivel ontológico, reconociéndonos como seres biopsicosociales, dotados de intelecto y creatividad a favor del desarrollo y a la vezcon la sensibilidad perfilada a preservar para las futuras generaciones, un planeta habitable.

Preservar es tarea de todos, sin embargo, cabe destacar que el estilo, el ritmo de vida y la constante preocupación por el desarrollo de las sociedades, nos tiene ocupados y distraídos, por lo que aún no hemos atendido el llamado de la comunidad científica, quien ha revelado el estatus del cambio climático y de los inminentes peligros que corremos si no emprendemos acciones urgentes.

¿De dónde saldrán las acciones para detener o en su caso aliviar el deterioro por el cambio climático que hemos causado voluntaria o involuntariamente a nuestro entorno? ¿Cuál es la institución en la que la sociedad tiene centrada su fe para lograr un desarrollo social sostenible, que repare los daños a nuestro gran espacio físico que generosamente nos ha dotado de todas las maravillas y variedad de recursos naturales de que gozamos? ¿Hasta cuándo aprenderemos a valorar la belleza de los paradisiacos paisajes y la variedad de ecosistemas cuya sobrevivencia está en riesgo por las actividades antropogénicas? ¿Cuándo realmente nos comprometeremos con el tema de sobreexplotación de los recursos naturales y optar por energías limpias? ¿De qué forma haremos la paz con un planeta Tierra que se siente agredido por nosotros? ¿Cómo podemos replantear la educación ambiental?

Las respuestas a todas estas preguntas sin duda representan el más grande desafío para el hombre y se encuentran muy fuertemente vinculadas a la educación. La universidad como la institución de mayor credibilidad para la sociedad, en quien se confía como principal productora de capital humano, tiene hoy por hoy un enorme compromiso con el planeta, que no puede postergar.

Urge capitalizar con efectividad las funciones sustantivas coadyuvando no solo a la generación del conocimiento, sino también a permear en la mente de los estudiantes el verdadero sentido de dicha aportación, enaras de preservar y acrecentar la cultura y el respeto por nosotros mismos, por nuestros semejantes y por el sitio que nos alberga y nos brinda los recursos bióticos y abióticos, que en armonía han permitido el desarrollo y ciclo de vida del hombre y de todas las especies: nuestro planeta.

Desde sus orígenes y con la evolución en la historia, la universidad trabaja en lograr que sus egresadoscuenten con el perfil de competencias idóneo acorde con las distintas áreas profesionales, manifestado como los conocimientos,capacidades, habilidades y actitudes para su inserción profesional. Dicha inserción los obliga necesariamente a concentrarse en un mundo altamente productivo y competitivo, lo que no se debe perder de vista es el espíritu y la conciencia ambiental, que son inherentes a los valores propios de la universidad y de la sociedad.

Respecto del perfil de egreso de los universitarios que propone la UNESCO en la Declaración Mundial sobre la educación para el siglo XXI, conforme a Tüunerman (2008, pág. 17) tenemos que: "el aprendizaje permanente, el desarrollo autónomo, el trabajo en equipo, la comunicación con diversas audiencias, la creatividad y la innovación en la producción de conocimiento y en el desarrollo de tecnología, la destreza en la solución de problemas, el desarrollo de un espíritu emprendedor, la sensibilidad social y la comprensión de diversas culturas".

Con base en dicho perfil, podemos rescatar la idea de que sensibilidad social está vinculada con apreciar nuestro entornoy coadyuvar a su desarrollo de manera sostenible.

En este sentido todo Modelo Educativo pretende redefinir la función social de las universidades en la formación de estudiantes mediante una armónica formación holística: intelectual, humana, profesional y socialmente responsable en un sentido amplio. Para ello, ha de fundamentar su identidad, historia, valores y principios para orientar el quehacer académico a través de acciones que permitan instrumentar la forma de realizar la oferta educativa con calidad y la pertinencia.Asimismo, El Modelo Educativo debe sentar las bases filosóficas para su ejecución y operación que se definen en el Modelo Académicorespectivo a través de líneas estratégicas que consoliden la educación integral, la innovación educativa, la flexibilidad curricular, la internacionalización y marcadamente la vinculación con el entorno, con énfasis en el respeto a interculturalidad y el cuidado del medio ambiente.

Para Castillo (2008) hoy más que nuca las universidades deben asumir un rol más protagónico como promotoras de la comprensión del momento que vive la historia de humanidad, pero sin duda habrá que insistir en la promoción del pensamiento crítico de cara a involucrar a los estudiantes en temáticas que ponen en tela de juicio la supervivencia humana.

El tiempo y el contexto exigen dejar de plantear acciones aisladas, la universidad debe romper esquemas, ser promotora de un nuevo dialogo, reflexióncrítica y acciones puntuales fortalecidas en el saber y en el saber ser, así como de emprender fuertes nexos entre los actores educativos, la sociedad y la comunidad científica a fin de abonara contrarrestar el fenómeno del cambio climático, situación que como sociedad hemos dejado crecer, producto de la indiferencia y de las malas decisiones en el uso de los recursos naturales, así como de la dinámica económica y política de la sociedad moderna.

Para realizar el abordaje de la interrelación entre el rol de la universidad y el cuidado del medio ambiente, Castro (1991) y Sánchez (2005) proponen reconocer que el espíritu de la educación superior busca por sobre todo, la sabiduría integral del hombre, esta sabiduría comprende nuestra sensibilidad y gratitud por todos los recursos naturales de que disponemos y el respeto a todos los cohabitantes del planeta. Este abordaje puede plantearse con base en dos perspectivas en torno a la búsqueda de una identidad ecológica.

La primera perspectiva apunta hacia los contenidos que se estudian en la mayoría de las materias o unidades de aprendizaje de los distintos niveles educativos: los ecosistemas, la diversidad y el uso y contaminación de los recursos naturales, por mencionar algunos. Por otro lado, tenemos la vertiginosa producción del conocimiento, el avance tecnológico y científico, motor de la sociedad globalizada, que de una forma altamente racional y egoísta poco o nada hace por atender las recomendaciones para reducir el fenómeno climático, aun viendo lo letales que pueden ser sus efectos.

Para la primera perspectiva y centrando la atención en la principal actividad sustantiva de la universidad que es la docencia, ésta representa una de las grandes oportunidades que tienen las autoridades educativas y los docentes de ofertar y promover el pensamiento crítico, la reflexión y la creatividad, en temas actuales y de impacto en la sociedad(Rincones (2006).

Con base en lo anterior, es urgente que los rediseños de programas busquen que los temas ambientales como el cambio climático, se estudien con mayor intensidad e importancia, con el peso específico que merece un problema que es actual y cuya atención es urgente, que además se aplique la transversalidad y las estrategias de aprendizaje basado en problemas, para asegurar que no se seccionen estos importantes tópicos y no se releguen, dando mayor peso a disciplinas de altos grados de complejidad y que han sido la esencia de la educación tradicional.

Otro asunto que se propone es estimular y animar a los profesores y estudiantes a involucrarse con mayor énfasis en la investigación, como segunda actividad sustantiva, con tópicos que aborden y estudien el cambio climático, desde distintas perspectivas para la generación de conocimiento que refuerce los saberes, principal tarea de las universidades.

Por último y en este mismo orden de ideas, la extensión como la tercera actividad sustantiva, ofrece la mayor oportunidad para contagiar y sensibilizar a los miembros de los distintos sectores de la sociedad, la importancia de sentirnos responsables, de lo que con acciones y omisiones estamos haciendo de nuestro planeta (García (2008).

Ahora más que nunca, autoridades universitarias, profesores y estudiantes pueden y deben hacer gala de sus valores y compromiso social, aunados a las fortalezas de los saberes que se mueven con la docencia-discencia y la investigación, para concientizar a la sociedad, de cambiar sus actitudes y comportamientos con acciones cotidianas de valor científico, que pueden reducir los efectos del cambio climático. Este fenómeno se ha producido por todos y a todos nos corresponde asumir posturas proactivas para contrarrestar el daño que hemos causado al planeta.

La segunda perspectiva gira en torno al desarrollo de las sociedades mercantilistas que crecen a ritmos acelerados debido a los índices sin precedentes de consumismo mundial, para lo que se producen importantes cantidades de combustibles fósiles y muchos satisfactores al hombre, sin embargo, estos beneficios que nos brindan confort potencian los GEI y éstos a su vez el cambio climático con todas las lamentables consecuencias para la humanidad que ya hemos expuesto(Molina(2017)).

Entre los diversos investigadores que han externado su postura respecto al modelo económico dominante basado en el bienestar cueste lo que cueste al planeta tenemos a Maya (2008), y Serna (2010). Si bien es cierto que varios sectores de la sociedad coinciden en lo que parecieran acusaciones a un modelo que realidad no beneficia a unos y a otros no, nos beneficia a todos. Se plantea de esta forma, el rol que debe asumir la universidad puntualizando el énfasis, en un profundo análisis de la relación hombre- medioambiente, una relación que exige de los valores éticos y morales que se aprenden en la familia y se fortalecen en la vida por medio de la educación.

Son las universidades las instituciones que tienen la gran responsabilidad de abonar al perfeccionamiento de esta relación, procurando aprendizajes significativos y duraderos. En ningún momento se debe negar relevancia del papel que juega la Economía para la humanidad y su medio ambiente, y tampoco de satanizar el hecho de que la ciencia y la tecnología avanzan y nos brindan un sin número de beneficios en todas las ramas de la ciencia, las telecomunicaciones y el transporte.

Sin embargo, corresponde comprender las causas y buscar desde varias aristas posibles soluciones que velen tanto por el desarrollo del modelo económico como por la relación hombre- medio ambiente. ¿De qué servirá en un futuro un modelo económico que haya aniquilado esta relación?

Por ello es importante buscar un equilibrio dinámico y abierto entre los especialistas de las distintas áreas del conocimiento, que embone el complemento de este modelo económico, con el modelo de desarrollo humano en un mundo habitable para la coexistencia de ambos (Serna(2010)).

Si relacionamos las dos perspectivas mencionadas, se puede enfocar un punto de convergencia que muchos investigadores han analizado: el currículum.Para Rincones (2006)el Currículum en una Institución Universitaria, es el punto de convergencia de planes, programas y procesos que actúan como elemento detonante de soluciones creativas, innovadoras, productivas y proactivas de los problemas reales que enfrenta la sociedad en ámbitos regionales, nacionales o mundiales.

Algunos investigadores como Garnica(2008) se refieren a un currículo globalizado e interdisciplinario donde el conocimiento teórico está unido al conocimiento generado de la experiencia, el producto esperado,la comprensión crítica y reflexiva de la realidad.

La idea que defiende Garnica (2008) de Tobón (2006) es en cuanto la implementación transdisciplinariedad en sus planes de estudio, para entrelazar los conocimientos de las diferentes áreas. Ello significa la necesidad de acercar a los estudiantes a un mundo real que no está determinantemente seccionado en disciplinas, y a potenciar los saberes para tener más elementos y argumentos para abordar su complejidad. Ferro (2007) y Morin (1999) refieren un currículo generador de conocimiento pertinente e interdisciplinar, que es justamente lo que la vida depara a los futuros profesionistas en su inserción al mundo laboral.

De igual forma, Morin (1999) insta a reconocer la vinculación planetaria como una exigencia racional interdependiente que nos obliga a procurar y a afianzar el sentido de pertenencia por el planeta y a considerarlo como nuestra primera y última patria; por tanto, a respetarla y a cuidarla para compartirla a las futuras generaciones.

Para Castillo (2008, pág. 166)el desarrollo intelectual y social dista mucho de la sensibilidad y la valoración de nuestra esencia humana y el respeto por nuestro planeta:“Ciertamente, vivimos en una época en la que el avance de la ciencia y la tecnología hatraspasado las fronteras de nuestra imaginación, indicándonos que se requiere de unconocimiento profundo en las diferentes áreas del saber para corresponder, de formacoherente, con las exigencias. No obstante, muchas veces, estos cambios nos dejan perplejos y desconcertados, al experimentar que esa evolución, pensada para promover el desarrollo del talento humano, ha generado, también, un vacío existencial, sin precedentes en la historia de la humanidad, cuyos efectos se revierten en un deterioro de la salud del ser humano y de nuestro planeta”.

Para este análisis, se consideran relevantes todas las perspectivas que apuntan a la noción de currículum como un mecanismo que legitima pedagógicamente las acciones educativas para lograr la misión universitaria, acotando y resaltando el impacto de su aplicación en favor del medio ambiente. De modo que una adecuada organización del currículum dotará a los futuros profesionistas con dimensiones cognitivas y éticas para visualizar la importancia de enfrentar el sin número de desafíos que tiene la humanidad y a priorizar sus actitudes y conductas para un mundo mejor.

Los estudios existentes en cuanto al impacto del currículum en pro del medio ambiente no reflejan su contundencia; sin embargo, parte de la literatura educativa señala que, de manera global, ni el enfoque cualitativo ni el cuantitativo de los contenidos ambientales vertidos en los programas educativos hasta hoy, han sido suficientes para demostrar que los estudiantes y mucho menos los egresados, cuentan con la formación y el sentido de coadyuvar al medio ambiente de manera sostenible.

Por otro lado, y pese a la enorme cantidad de información que tenemos al alcance, no toda es comprendida. Por ello según Molina (2017) es conveniente seleccionar información científica pertinente, actualizar la formación docente en esta área, generar más y mejores estrategias para reformular el proceso de enseñanza y aprendizaje de las cienciastendientes a la sostenibilidad, así como a diversificar proyectos para involucrar a los estudiantes universitarios, de una manera más contundente en el análisis y debate de las causas, los efectos y propuestas de solución ante el cambio climático, a través de las funciones sustantivas de la universidad.

3 CONCLUSIONES

Como problema complejo, dinámico y global, el cambio climático, requiere la activa, urgente y responsable participación de los gobiernos en la toma de decisiones, así como de los distintos sectores de la sociedad, principalmente de los países que más emiten GEI.

De continuar o aumentar el ritmo de las emisiones de GEI, se intensificaría el calentamiento y se desatarían numerosos cambios en el sistema climático mundial duranteel siglo XXI, muy probablemente superiores en magnitud a los observados durante el siglo XX, con las consecuencias que inciden en todos los seres vivos.

Son las universidades, quienes pese a la multifactorial problemática que han presentado en el devenir del tiempo, que se han empeñado en enseñar el aprecio por la comprensión de todos los fenómenos que acompañan la existencia del hombre, organizado en disciplinas y a su vez por fortalecer la cultura que nace en el seno familiar. Sin embargo, el paso de los años, la urgencia en la producción de conocimiento en medio de una revolucionada y complicada sociedad nos ha hecho no parecer, sino ser distantes y apáticos a muchos problemas de nuestro entorno.

Pretendemos que la fuerza y la esencia con el que fueron concebidas las universidades sea más poderoso en favor de la ciencia, que logremos penetrar en las mentes de nuestros estudiantes universitarios, en favor del desarrollo del pensamiento crítico y una postura creativa y de fe en el conocimiento científico como fundamento tanto del progreso del hombre, como de antídoto ante las enfermedades que hemos causado al medio ambiente.

El grado de involucramiento de la comunidad universitaria en aspectos relacionados con el cambio climático, es muy raquítico, seguimos siendo muy teóricos, manejamos y transmitimos información de una manera superflua, tal pareciera que no queremos darnos cuenta de la inminente realidad, de las dimensiones catastróficas que nos revela la comunidad científica, quien no se ha cansado de emitir mensajes de alerta y de los cuales en la muchas veces hemos hecho caso omiso.

Con base en lo anterior la flexibilidad curricular universitaria, representa hoy por hoy la oportunidad de realizar cambios institucionales de raíz de cara a problemas inherentes a nuestra sobrevivencia, como lo es el cambio climático.

Nuestra propuesta:

• Replantear la gestión de políticas, programas y estrategias para reorientar el quehacer educativo hacia un panorama altamente significativo en materia del cuidado y respeto por nuestro planeta y nuestros semejantes.

• Revisión de la cantidad, profundidad y pertinencia de los contenidos de los programas relacionados con la promoción de la cultura ambiental por un mundo sostenible, así como del énfasis operativo y significativo, que la época y el contexto nos exigen.

• Actualizar los programas de formación de profesores en temáticas ambientales (cambio climático).

• Potenciar las actividades sustantivas para acrecentar el involucramiento de profesores y estudiantes en la generación y aplicación de conocimiento pertinente a la problemática del cambio climático.

• Promover el aprendizaje significativo en materia de cambio climático.

• Gestionar espacios para la difusión, análisis y debate de información de cambio climático.

• Promover la sensibilización por la disminución las emisiones de los gases invernadero de las industrias, quienes deben trabajar con equipo y tecnología verde.

• Acelerar la investigación y la producción de energías limpias.

• Incentivar la participación de estudiantes universitarios en concursos, foros y congresos con propuestas de solución al cambio climático.

• Promover el uso racional de los automóviles.

• Promover el uso de medios de transporte público de bajas emisiones.

• Promover la cultura de prevención y control de incendios.

• Estudiar y sensibilizar a la sociedad de la importancia de controlar la expansión de la mancha humana.

• Estudiar y sensibilizar a la reducir la demanda de la movilidad.

• Coadyuvar y sensibilizar a la sociedad de la importancia del cumplimiento de la normatividad y en cuanto a la verificación vehicular.

Finalmente, consideramos conveniente y oportuno que las instituciones universitarias no se rindan, que sigan esmerando su afán de entregar los mejores profesionistas, pero también los mejores seres humanos a la sociedad, einsistir en permear en la sociedadel espíritu de la sustentabilidad, ello significa provocar cambios radicales en la forma de pensar y sobre todo de actuar en los estudiantes universitarios, de modo que abonen al desarrollo de una sociedad dinámica, compleja y multicultural que debe crecer, pero al mismo tiempo, preservar nuestros valores éticos y morales por los que nos distinguimos de las demás especies, y demostrar más interés en el panorama que nos depara si no frenamos las causas del cambio climático.

4 AGRADECIMIENTOS

Los autores agradecen a Valentina Arévalo Arredondo por la edición de los Gráficos. Sergio Cano-Andrade agradece al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT), México, por soporte financiero a través del programa S.N.I.

5 BIBLIOGRAFÍA

•Alejo, D., Morales, M.,Van, P.,de la Torre, J.B.,Quintero, H.,Sosa, D.,Núñez, V. (2011). Cuantificación de dióxido de nitrógeno con captadores pasivos tipo Radiello. Revista Cubana de Química, 66-71.

•Álvarez, J. (2010). El cambio climático y el desarrollo. Revista Ingeniería Industrial, 25-39.

•Armenta, M., Mayson, E.,Sierra, L.D., Vélez, A. (2017). Modelación de la producción de metano en el relleno sanitario Parque Ambiental Palangana ( Santa Maerta). Ingeniería, Investigación y Tecnología, 183-192.

•Beltrán, M. A., Älvarez, G.,Pinos, J. M., Contreras, C. . (2016). Emisión de metano en los sistemas de producción de leche bovina en el Valle de San Luis Potosi, México. Agrociencia, 297-305.

•Brevik, E. (2012). Soils and Climate Change:. ACSESS DL, 12-23.

•Burbano, M. (8 de septiembre de 2006). Utilización del metano generado en un reactor anaerobio como fuente de energía para gaseosas. Utilización del metano generado en un reactor anaerobio como fuente de energía para gaseosas. Bogotá, Bogotá D.C., Colombia: Universidad de la Salle.

•Castillo, I. (2008). Cociliación entre el universo, el ser humanoy la educación universitaria. Revista Electrónica Educare, 165-174.

•Castro, M. (1991). Identidad ecológica. Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Iztapalapa, 75-85.

•Centro Mario Molina. (23 de junio de 2017). Cambio climático. Obtenido de Cambio climático: http://centromariomolina.org/el-cambio-climatico-y-el-aumento-en-el-nivel-del-mar/

•Chang, R. (2010). Química. Cd. de México: Mc. Graw Hill.

•Díaz -Barriga, F. H. (2006). Estrategias docentes para un aprendizaje significativo. México: Mc Graw Hill.

•Duarte, F. (2014). Efectos del cambii climático en la economía, el comercio internacional y la estrategia empresarial. Contabilidad y negocios, 75-98.

•European Comission. (20 de julio de 2017). EDGAR Emissions database for global atmospheric Research. Obtenido de http://edgar.jrc.ec.europa.eu/

•Ferro, G. (2007). La pertinencia de la Educación Superior. Unión de Universidades de America Latina y El Caribe, 25-44.

•Freitag, M. (2004). Las finalidades (o vocación) de la universidad como institución. España: Pomares.

•García, G. (2008). Responsabilidad Social de las Universidades de nuestra América Latina. Unión de Universidades de la América Latina y el Caribe, 3-8.

•Garnica, G. (Mayo de 2008). Profesor orientador ¿ Nuevo perfil ante un nuevo currículo? Tesis. Pachuca, Hidalgo, México: ITESM.

•González, M. J. (2003). Cambio climático mundial. Origen y consecuencias. Ciencia UANL, 377-385.

•IPCC. (2007). Cambio climático 2007: Informe en síntesis. Ginebra: OMM.

•Lazcano, P. (2013). Tratamiento del agua residual generada en un edificio mediante contactores biológicos rotatorios. Tratamiento del agua residual generada en un edificio mediante contactores biológicos rotatorios. Cd. de México, Estado de México, México: UNAM.

•Lema, I. (2002). El cambio climático y la salud humana. Gaceta Ecológica, 43-52

•Maqueda, M. R., Carbonell, M.V., Martínez, E., Flores, M. (2005). Fuentes de emisión de gases invernadero. Ingeniería de Recursos Naturales y del Ambiente, 14-18.

•Martín, Y., Schlatter, S. y Díaz, G.,. (2009). Determinación de la concentración de dióxido de nitrógeno en la atmósfera de la ciudad de La Habana mediante captadores pasivos. Revista CENIC Ciencias Químicas, 23-25.

•Maya, A. (2008). Medio Ambiente Urbano. Gestión y Ambiente, 21-55

•Miller, G. (2003). Ciencia Ambiental. Cd. de México: Thomson.

•Molina, M. (25 de junio de 2017). Cambio climático. Obtenido de Cambio climático: http://centromariomolina.org/el-cambio-climatico-y-el-aumento-en-el-nivel-del-mar/

•Morin, E. (1999). Los siete saberes para la educación del futuro. París: UNESCO.

•NASA. (17 de julio de 2017). Global Climate Change. Obtenido de https://climate.nasa.gov/vital-signs/global-temperature/

•Noyola, A., Morgan, J.M., Güerreca, L.P. (2013). Manual par el tratamiento de aguas residuales municipales. Cd. de México: UNAM.

•OMM. (10 de julio de 2017). Organización Metereológica Mundial. Obtenido de https://public.wmo.int/es/media/comunicados-de-prensa/declaraci%C3%B3n-provisional-de-la-omm-sobre-el-estado-del-clima-mundial-en

•ONU. (11 de diciembre de 2015). Convención Marco Sobre el Cambio Climático. París: ONU.

•ONU. (26 de junio de 2017). La ONU y el cambio climático. Obtenido de La ONU y el cambio climático: http://www.un.org/climatechange/es/hacia-un-acuerdo-sobre-el-clima/

•ONU. (26 de junio de 2017). Los objetivos del desarrollo sostenible. Obtenido de Los objetivos del desarrollo sostenible: http://www.un.org/sustainabledevelopment/es/climate-change-2/

•Platas, D., Zetina, P., Vilaboa, J., Martínez, R. (2016). Adaptación y mitigación del cambio climático con la producción de bioenergéticos en suelos marginales. Revista Mexicana de Ciencias, 2857-2866.

•Power, P. (2009). El calentamiento globaly las emisiones de carbono. Ingeniería Industrial, 101-122.

•PRTR. (4 de julio de 2017). Dióxido de carbono. Obtenido de Dióxido de carbono: http://www.prtr-es.es/CO2-Dioxido-de-carbono,15590,11,2007.html

•Remedi, A. (2004). La institución un entrecrizamiento de textios. México: Plaza y Valdés.

•Rincones, B. (2006). El currículo en la la Universidad. Universidad Pedagógica Experimental Libertador, 107-115.

•Rodríguez, R., Rodríguez, S., Monroy, O. Ramírez, F. (2015). Producción de metano de la mezcla del lixiviado de residuos sólidos urbanos y agua residual municipal. Revista cubana de Química, 243-251.

•Sagrera, L. (2011). Los avances y progresos de la República de Argentina en la disminución de las emisiones de CO2 luego de la vigencia del Protocolo de Kyoto. Provincia, 73-91.

•Sánchez, D. (2005). Filosofía y Medio Ambiente. Revista Luna Azul, s/p.

•Santiago, J.A., López, M.,López, S. (2008). Tendencias del cambio climático global y eventos extremos asociados. Ra Xmhai, 625-633.

•Serna, M. (2010). Economía y Medio Ambente. Revista Apuntes del CENES , 9-26.

•Shepherd, J. (22 de diciembre de 2014). Carbon, climate change, and controversy. ACSESS DL, 5-13.

•Tünnermann, C. (2008). Modelos Educativos y Académicos. Nicaragua: Hispamer.

•Useros, J. (2013). El cambio climático: Sus causas y efectos medioambientales. Anales de la Real Academia de Medicina y Cirugía de Valladolid, 71-98.

•Vásquez, A. (2004). Ecología y Formación Ambiental. Cd. de México: Mc. Graw Hill.

•Whitten, K. D. (2008). Química. Cd. de México: CENAGE Learning

•Zilio, M. (2008). Emisiones de dióxido de acrbono en América Latina. Economía y Sociedad, 133-161

 

 

 



Gestión Universitaria
ISSN  1852-1487

http://www.gestuniv.com.ar

Vol.:10
Nro.:03
Buenos Aires, 15-11-2017

Recibido el: 20-10-2017 ; Aprobado el: 07-11-2017

URL http://www.gestuniv.com.ar/gu_28/v10n3a1.htm