. Gestión Universitaria

Research article

Indicadores para la Ciencia y la Tecnología

 

Dr. Silvia M. Mazza
Dra. en Recursos Naturales.
Subsecretaria de Gestión de Ciencia y Técnica de la Universidad Nacional del Nordeste.
Universidad Nacional del Nordeste. Corrientes, Argentina.


smmazza@unne.edu.ar

Resumen

Un problema persistente en el Sistema Científico Tecnológico Argentino es la baja productividad en Investigación. Se cuestionan sus causas y la eficiencia y pertinencia de las metodologías de evaluación y de los indicadores. En este trabajo, sobre la base de un diagnóstico de la producción en la Universidad Nacional del Nordeste y del análisis de políticas, documentos e instrumentos de fomento utilizados en los últimos años, se investigan las causas, se proponen indicadores de calidad y productividad (aplicables a diferentes campos disciplinares), se desarrolla metodología para la evaluación de la actividad científico-tecnológica y se proponen líneas de acción para incrementar la producción científica. El diagnóstico, sobre una muestra del 56% de los Becarios de Investigación (categorías postgrado), revela que no obstante casi el 100% de los becarios cursa una carrera de postgrado, su producción científica es baja. Está dada fundamentalmente por presentaciones en reuniones científicas (3,18 locales, 1,64 nacionales, 0,88 internacionales), publicaciones nacionales (1,05 sin referato, 0,58 con referato) e internacionales (0,13 sin referato, 0,27 con referato). Como causales de esta baja producción se identifican la falta de información y de formación para la producción escrita y se proponen acciones concretas de formación y difusión desde la Secretaría de Ciencia y Técnica, como así también el incremento paulatino del peso de la producción científica en la evaluación de las actividades de investigación en la Universidad, con una fuerte campaña de información y concientización de las pautas.


Palabras Clave: Evaluación en investigación, indicadores de inversión, producción científica, indicadores de resultados.

 

Indicators for Science and Technology

Abstract

A persistent problem in the Argentinean scientific-technological system is Research low productivity. Are questioned the causes and the efficiency and relevance of assessment methodologies and indicators. In this paper, based on a production diagnosis and an analysis of documents and promotion instruments used in recent years at the Northeastern National University,, causes are investigated, indicators of quality and productivity (applicable different disciplinary fields) are proposed, methodology for assessing the scientific-technological activity are developed and lines of action to increase the scientific output are suggested. The diagnosis based on a sample of 56% of Research Fellows (graduate level), however, reveals that nearly 100% of them attended a postgraduate career, scientific production is low. It is essentially given by presentations at scientific meetings (3.18 local, national 1.64, 0.88 international), publications (1.05 without referate, 0.58 with referate) and international (0.13 without referate, 0.27 with referate). As grounds for this low production identifies the lack of information and training for the writing and proposing concrete actions for training and dissemination from the Secretary of Science and Technology, as well as the gradual increase in weight of the scientific production in evaluation of research at the University, with a strong information campaign and awareness of patterns.


Key-words: Research evaluation, investment indicators, scientific production, performance indicators.

INTRODUCCIÓN

Un problema persistente, recurrentemente señalado para el Sistema Científico Tecnológico Argentino en general y para la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE) en particular, es la baja productividad de la Investigación. No obstante el interrogante se abre respecto de las causales de esa baja productividad, por un lado, y de la eficiencia y pertinencia de las metodologías de evaluación de la función investigación y de los indicadores de productividad que se utilizan, por otro.

Como una de las causas probables de la baja producción de nuestros investigadores, podría considerarse su escasa formación para la producción escrita, necesaria al momento de difundir los resultados de los procesos de investigación. Esto lleva en muchos casos a volcar los resultados de la investigación únicamente en informes, con lo cual no se insertan en los medios normales de distribución del conocimiento y no se concretan en productos útiles a la sociedad.

Sobre la base de un diagnóstico, que permita detectar la real producción y sus causales si esta resultare baja, es necesario definir líneas de acción que tiendan a eliminarlas e incrementar la producción científica. Estas líneas de acción deberán poner énfasis en la formación complementaria de sus investigadores y en la capacitación para acceder a instrumentos de difusión y utilización de los resultados de las investigaciones, como así también en la exigencia de su transferencia al sector que corresponda en el momento del control de gestión.

El Sistema Científico Tecnológico de la República Argentina es heterogéneo. Esa heterogeneidad es atribuible al menos a dos factores, por una parte se origina en las diferencias existentes entre áreas del conocimiento y por otra en las diferencias existentes entre las regiones geográficas. Las primeras inciden sobre las características propias del proceso de investigación y sus productos, en tanto que las últimas condicionan las oportunidades y facilidades que se presentan, sobre todo en un país de gran amplitud geográfica como la Argentina, a la que se agrega la gran concentración en la denominada franja central, que abarca a las grandes metrópolis de Buenos Aires, Rosario y Córdoba.

La regiones del país alejadas de esta franja central, se caracterizan por un mas lento y tardío desarrollo de la actividad de postgrado, actividad que conduce naturalmente a la formación de recursos humanos altamente calificados para la investigación, lo que disminuye las oportunidades de incorporación a instituciones líderes en el ámbito nacional, como así también de acceso a fondos concursables. Esta situación no puede ser revertida y estas regiones marginales no se desarrollarán en tanto y en cuanto los indicadores y la metodología de evaluación contribuyan a mantener las asimetrías existentes. 

Cuando se plantea como un problema recurrente la baja productividad del Sistema Científico Tecnológico, por lo general estas afirmaciones hacen mención al número de publicaciones en revistas internacionales y con alto factor de impacto entre otros requisitos. Estos indicadores no tienen en cuenta la heterogeneidad del sistema y por ende de oportunidades y de productos esperables, por lo que las evaluaciones conllevan en muchos casos la desvalorización de productos de la actividad científica como son las Patentes, las Transferencias de Tecnologías y los Servicios, entre otros.

La falta de indicadores adecuados, que tomen en consideración el contexto en que serán aplicados y la heterogeneidad del sistema, bien definidos y claros, aplicables a diferentes campos disciplinares, conduce a asimetrías, y algunas veces a inequidades, al momento de evaluar las postulaciones, presentaciones de planes y proyectos y posteriormente los informes de becarios, investigadores y directores de proyectos. El desarrollo de indicadores adecuados al contexto regional, de pautas claras y de metodología ajustada, para la evaluación de planes, el seguimiento y control de gestión y la evaluación de informes relacionados a la función Investigación, permitirá corregir asimetrías y mejorará la eficiencia del Sistema Científico Tecnológico de las Universidades.

Por otra parte, los procedimientos aplicados para la evaluación de la actividad científico-tecnológica, concretamente en la evaluación de presentaciones, planes, proyectos e informes, en muchos casos se encuentran viciados, recaen en un grupo reducido de pares, no contemplan la diversidad de las diferentes disciplinas o áreas y en definitiva conducen a círculos viciosos en los cuales son siempre las mismas personas o grupos los capaces de acceder a becas, subsidios, fuentes de financiamiento y categorías, las que a su vez les habilitan para participar de comités evaluadores, lo que contribuye a mantener un statu quo. 

Los mecanismos de evaluación que se utilizan en el Sistema Científico Tecnológico deben ser revisados, detectar las deficiencias que presentan y rediseñados tomando en consideración las heterogeneidades y asimetrías, de manera tal de permitir la integración al sistema de grupos emergentes y la formación de nuevos grupos en áreas de vacancia. El diseño instrumentos de fomento para áreas de vacancia y grupos emergentes, es también una herramienta que contribuirá al desarrollo más armónico del sistema.

Este trabajo propone:

  • Elaborar un diagnóstico, que permita detectar las causales de la baja producción en Investigación y delinear líneas de acción que tiendan a eliminarlas e incrementar la producción científica.
  • Construir indicadores de calidad y productividad, que tomen en consideración el contexto y la heterogeneidad del sistema, bien definidos y claros, aplicables a diferentes campos disciplinares.
  • Desarrollar metodología para la evaluación de la actividad científico-tecnológica, concretamente en la evaluación de presentaciones, planes, proyectos e informes.
  • Diseñar instrumentos de fomento para áreas de vacancia y grupos emergentes.

ANTECEDENTES

 

El estudio de la Investigación y Desarrollo (I+D) se sustenta en metodologías, cuyo fin es lograr unanimidad a la hora de considerar términos y métodos para obtener resultados comparable y homogéneos. Recogiendo la definición contenida en el Manual de Frascati sobre I+D, “comprende todo el trabajo creativo llevado a cabo sobre una base sistemática en orden de incrementar el stock de conocimiento, incluyendo el conocimiento del hombre, cultura y sociedad, y el uso de eses stock para idear nuevas aplicaciones”.

Las actividades de I+D, que a largo plazo contribuyen a la mejora tecnológica, tienen a corto plazo unos resultados mucho más tangibles en forma de publicaciones científicas (además de patentes, creación de spin-offs y otros). Por lo general, para medir y evaluar la cantidad y la calidad de la producción científica se utilizan diversos indicadores bibliométricos. Estas técnicas también pueden ser utilizadas como instrumentos de prospectiva, al permitir la identificación de los campos más innovadores y comprobar la repercusión e interés de los resultados científicos.

En los últimos años se ha acrecentado el debate sobre el papel de la inversión en I+D en el crecimiento económico de un país determinado. Existe un acuerdo muy amplio en la literatura especializada que, esta inversión, a pesar de representar porcentajes relativamente pequeños en el conjunto del PBI, constituye un elemento estratégico decisivo en el incremento de la productividad y de la competitividad de un país. La financiación pública de la investigación procede de fuentes diversas, con todo, la responsabilidad principal es del Estado, y aun reconociendo que la debilidad del compromiso privado es grande, parece evidente que la financiación pública debe aumentar muy sensiblemente. Además de aumentar, es necesario defender que los incrementos en los fondos de investigación públicos deban asignarse y gastarse bien, así como la conveniencia de mejorar la gestión, justificación y evaluación de la inversión en I+D.

A fin de garantizar un control estricto del aprovechamiento de los fondos, es fundamental que se realice una evaluación rigurosa tanto con anterioridad a la concesión de dichos fondos (evaluación ex-ante) como después de la concesión y de la realización del proyecto de investigación (evaluación ex-post). En particular, las evaluaciones deberían ser más informativas de lo que son en la actualidad: los proyectos deberían recibir críticas mucho más específicas, detalladas y constructivas que las que se han venido vertiendo hasta ahora. Además, en la evaluación de proyectos, debería reconocerse la trayectoria completa de todos los investigadores que participen en el proyecto y no solamente el historial del investigador principal. De esta manera, se evitaría que los grupos de investigación se partieran y se estimularía (o, en todo caso, no se desestimularía), la formación de grupos de investigación con numerosos miembros.

Al definir indicadores es necesario tener en cuenta grados crecientes de complejidad: la evaluación a nivel nacional, la evaluación institucional, la evaluación por área disciplinaria o de desarrollo y la evaluación individual. Por otra parte se debe atender fundamentalmente a la necesidad de obtener datos comparativos, de definir con qué medir la productividad en I+D, a través de Publicaciones, Patentes, Encuestas de innovación y considerar otros posibles productos.

Tradicionalmente, suelen emplearse indicadores de inversión (inputs), de resultados obtenidos (outputs) y de los impactos que esos resultados suponen en determinados ámbitos (outcomes). Los indicadores de inversión tratan de establecer los recursos, tanto económicos como materiales y humanos dedicados a Investigación y Desarrollo (I+D) en Ciencia y Tecnología. Estos indicadores permiten comparar la distribución de esos recursos en los distintos países y regiones, además de mostrar su evolución temporal en un determinado dominio geográfico.

Entre las publicaciones referidas a metodología para la medición de actividades de I+D, el Manual de Frascati es sin lugar a dudas el mas conocido. Se publicó por primera vez hace casi 40 años y trata de la medición de los recursos humanos y financieros dedicados a la investigación y al desarrollo experimental (I+D), a menudo denominados “datos de entrada” (inputs) de la I+D. Considerando que, para garantizar un seguimiento de la I+D, es esencial disponer de estadísticas e indicadores fiables y comparables, a partir de la quinta edición del Manual se potencian las diversas recomendaciones y directrices metodológicas, especialmente para mejorar las estadísticas de I+D, en el sector servicios así como en la recogida de datos más detallados sobre los recursos humanos en I+D. La mayoría de las estadísticas de I+D de las que se dispone hoy son el resultado del desarrollo sistemático de encuestas basadas en el Manual de Frascatiy forman parte del sistema estadístico de los países miembro de la OCDE. Aunque el Manual es esencialmente un documento técnico, constituye uno de los pilares de las acciones desarrolladas por la OCDE para que se comprenda mejor el papel de la ciencia y la tecnología mediante el análisis de los sistemas nacionales de innovación. Además, al proporcionar definiciones de la I+D, aceptadas internacionalmente, y clasificaciones de sus actividades, el Manual contribuye a los debates intergubernamentales sobre las "mejores prácticas" en materia de políticas científicas y tecnológicas. El Manual de Frascatino es solo una referencia para las encuestas de I+D en los países miembro de la OCDE, constituye la norma para las encuestas de I+D en todos los países del mundo.

El propio Manual de Frascati considera que las estadísticas de I+D no son suficientes. En el contexto de la economía basada en el conocimiento, cada vez parece más evidente que los datos deben examinarse en un marco conceptual, que permita relacionarlos con otros medios disponibles y con los resultados derivados de las actividades de I+D de que se trate. Por ejemplo, este nexo podría establecerse por medio del proceso de innovación o en el contexto más amplio de “inversión intangible” que cubre no solamente la I+D y las otras actividades científicas y tecnológicas afines, sino también los gastos de software, de formación, de organización, etc. Igualmente, los datos de personal de I+D deben considerarse en el marco de un modelo para la formación y utilización del personal científico y técnico. Resulta igualmente interesante el análisis de los datos de I+D en relación con otras variables económicas, por ejemplo, con los datos del valor añadido y de la inversión. El Manual no se inspira en un único modelo aplicable al sistema científico y tecnológico, sino que fundamentalmente tiene como objetivo proporcionar estadísticas que permitan establecer indicadores utilizables en diversos modelos.

El Manual de Frascati tiene como objetivo medir los inputs de la I+D. La I+D comprende tanto la I+D continua (formal) de las unidades de I+D como la I+D ocasional (informal) de otras unidades. Sin embargo, el interés por la I+D depende cada vez más de los nuevos conocimientos e innovaciones así como de los efectos económicos y sociales que de ellos se derivan, que de la propia actividad. Es evidente que se necesitan indicadores de los resultados de la I+D para completar las estadísticas sobre los inputs, pero, desgraciadamente, es mucho más difícil definir y producir estos indicadores. Existen varios recursos para medir los outputs de la I+D o, en general, de la ciencia y la tecnología (CyT).

Las encuestas sobre la innovación constituyen una tentativa de medir los resultados y los efectos del proceso de la innovación, en la cual la I+D juega un papel importante. Ha sido necesario efectuar importantes trabajos metodológicos antes de poder recomendar un método estándar internacional que permita extraer indicadores de CyT. Se han publicado manuales sobre la balanza de pagos por tecnología y la utilización de datos de las patentes como indicadores de ciencia y tecnología. Existen también principios básicos de bibliometría y de análisis de datos comerciales, desde el punto de vista de la “intensidad tecnológica” de productos o ramas de la actividad industrial en cuestión. Estas obras difieren del Manual de Frascati, porque se refieren sobre todo a problemas de interpretación; los datos considerados no están recogidos con el propósito de analizar las actividades de CyT, sino que se recogen de fuentes existentes y se reorganizan para este propósito.

Es necesario que las universidades y los centros de investigación sean plenamente conscientes de la importancia de contar con grupos de investigación de altísimo nivel, capaces de ser competitivos a nivel nacional e internacional. Estas instituciones deben facilitar la aparición de dichos grupos, ayudando a superar las dificultades iniciales de los grupos emergentes, así como facilitando y consolidando la labor de los grupos ya reconocidos, parte esencial de esta política debe ser su carácter competitivo y abierto, en combinación con un proceso de evaluación exigente y riguroso, donde se fomente la colaboración interdisciplinaria, sobre todo en el caso de nuevas áreas que involucran temas relacionados con ciencia, tecnología, ciencias sociales y humanidades, no sólo a nivel de investigadores, sino también de personal técnico. Se trataría de profundizar, y mejorar, la conformación de redes temáticas que permitan conocer y rentabilizar la producción de los diferentes grupos, crear afinidades y aumentar la movilidad.

Las medidas hasta ahora sugeridas no excluyen que, a su vez, también se estimule la investigación por parte de grupos de nueva creación (es decir, realmente emergentes). En efecto, conviene expandir el sistema de ciencia y tecnología y conviene hacerlo no de forma indiscriminada, sino atendiendo a la valía científica de los investigadores que, con nuevas ideas y proyectos, se han incorporado recientemente a las universidades y centros de investigación gracias a la implantación de programas competitivos. Este primer proyecto sería menos competitivo que los normales, pero permitiría al grupo de investigación iniciarse de forma eficiente y rápida, y conseguir los datos, o resultados, preliminares necesarios para obtener un proyecto competitivo.

La formación doctoral es parte esencial de la política de fomento a la investigación, más allá de una indispensable política de becas debería también existir una política decidida de apoyo infraestructural y estratégico – es decir, como mínimo a medio plazo – a programas doctorales potentes y con posibilidades de impacto internacional. Conviene advertir aquí que las características de estos programas son distintas para las ciencias sociales y las humanidades, por un lado, y las ciencias experimentales por otro. En los primeros, cuentan mucho la disponibilidad de cursos; en los segundos, seguramente cuenta más el trabajo de laboratorio. Esta distinción debe tenerse presente, así como que para las ciencias sociales y las humanidades ésta es seguramente la forma de ayuda infraestructural más importante.

Pensar en la evaluación de actividades de I+D involucra una serie de aspectos tales como:

Recursos en I+D:

  • Humanos: la estimación de personal en I+D engloba todo el personal empleado directamente en I+D así como las personas que prestan servicios directamente relacionados con actividades de I+D.
    La unidad básica que se utiliza para contabilizar dicho personal es “Personal en equivalencia a Jornada completa”.
    Atendiendo a la Clasificación Internacional de Ocupaciones (ISCO) se pueden considerar tres categorías de personal en I+D: Investigadores – profesionales que se dedican a la concepción o generación de nuevos conocimientos, productos, procesos, métodos y sistemas, y también a la gestión de los proyectos respectivos –; Técnicos y Personal Asimilado – personas cuyas tareas principales requieren conocimiento técnicos y experiencia en uno o varios campos de la ingeniería. La física, las ciencias biomédicas o las ciencias sociales y las humanidades –; Personal de Apoyo – incluye al personal de oficios cualificado y sin cualificar, de oficina y de secretaría que participa en los proyectos de I+D o está directamente asociado a tales proyectos –.
    Atendiendo al nivel de estudios y siguiendo la Clasificación Internacional de la Enseñanza (ISCED) nos encontramos con la siguiente división: Doctores, Titulados universitarios, Titulados con otros diplomas de rango universitario, Titulados con otros diplomas postsecundarios no universitarios, Titulados con diplomas de estudios secundarios y Otras titulaciones.
  • Económicos: Los datos de gastos miden el coste total de ejecución de la I+D, incluyendo el de las actividades de apoyo indirectas. Las cantidades dedicadas a la I+D pueden ser gastadas dentro de la unidad (gastos internos) o fuera de ella (gastos externos). Como Gastos Internos, el Manual de Frascati considera todos aquellos que cubren el conjunto de los gastos de I+D realizados en una unidad o en un sector de la economía durante un período considerado, cualquiera sea el origen de los fondos. Dentro de ellos se incluyen los Gastos Corrientes – componen el gasto salarial y otros gastos (compra de materiales suministros y equipos de apoyo de la I+D que no forman parte de los gastos de capital y que son efectuados por la unidad durante un año dado – y los de Capital – son los gastos brutos anuales correspondientes a los elementos de capital fijo utilizados en los programas de I+D de las unidades –. Para definir los Gastos Externos, el Manual de Frascati indica que son las cantidades que una unidad, una organización o un sector declara haber pagado o haberse comprometido a pagar a otra unidad, organización o sector para la ejecución de trabajos de I+D durante un período determinado.

Hasta aquí se ha hecho hincapié tanto en definiciones de I+D como en la justificación de indicadores que miden inversiones (humanas y económicas), ahora se plantea la cuestión de determinar de que manera esas inversiones revierten en la Sociedad, para ello se consideran indicadores de Producto, como pueden ser los indicadores de Innovación, de Patentes y los indicadores Bibliométricos.

Innovación en I+D:

El Manual de Oslo define la Innovación como la conversión de conocimiento tecnológico en nuevos productos, nuevos servicios o procesos para su introducción en el mercado, así como los cambios tecnológicamente significativos en los productos, servicios y procesos. La innovación puede desglosarse en: Innovación de Producto – incluye bienes y servicios y comprende productos tecnológicamente nuevos y productos tecnológicamente mejorados –; Innovaciones de Procesos – son métodos de producción tecnológicamente nuevos o sensiblemente mejorados –. El criterio clave que debe servir para determinar si un producto o proceso es innovación es el grado de novedad e importancia.

Patentes:

Son títulos que reconocen el derecho de explotar en exclusiva la invención patentada, impidiendo a otros su fabricación, venta o utilización sin consentimiento del titular. Se pueden diferenciar las patentes solicitadas por vía nacional (solicitadas en un estado para la protección del mismo) o por vía internacional ante la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) (da cobertura en los países que suscriben el Tratado de Cooperación en Materia de Patentes  (PCT).

Bibliometría:

Entre los indicadores de resultados destacan los indicadores bibliométricos de producción científica, medidas cuantitativas que se basan habitualmente en recuentos de elementos contenidos en las publicaciones científicas que constituyen las unidades formales de los análisis bibliométricos. Su diseño y su utilización es consecuencia del interés por la evaluación de los resultados de las actividades científico técnicas por parte de las administraciones públicas, ya que además de aportar información cuantitativa, pueden también emplearse para propósitos cualitativos, en particular, los de evaluación del rendimiento en las actividades de investigación de diversos grupos de investigación, instituciones, regiones, países o campos científicos.

La medición de la producción puede involucrar tres cuestiones: la contabilidad de los artículos y/o de las patentes, que proporciona indicadores válidos de las actividades de investigación en esa área de investigación o científica y de la institución en la que se origina; la medición del impacto, que depende del número de veces que un artículo y/o patente se cite, en patentes o artículos sucesivos; la medida de los vínculos, las citas de artículos a artículos, de artículos a patentes o de patentes a patentes proporcionan un indicador de los vínculos intelectuales que existen entre los centros productores o entre los autores o las disciplinas.

Para que los estudios con indicadores bibliométricos puedan ser efectivos independientemente del nivel de agregación elegido, en primer lugar y de forma principal, los axiomas expresados anteriormente deben ser aceptados por parte de los usuarios potenciales de este tipo de estudios, de cara a dar validez y credibilidad a los estudios con indicadores. Una vez superado ese obstáculo, el segundo paso consiste en seleccionar los indicadores de mayor calidad y fiabilidad, de acuerdo con los datos y las bases de datos con las que se trabaje, y realizar análisis con la mayor precisión estadística cara a obtener los indicadores más exactos. El tercer paso, que determina en ocasiones la utilidad de los resultados y condiciona su interpretación, se refiere a la presentación visual de los resultados. Los análisis más rigurosos, pueden perder su valor, si no se presentan de forma lúcida y concisa. Los indicadores deben presentarse de forma tal que faciliten la comprensión multidimensional, ya que miden una actividad multifacética, como son las actividades de investigación en ciencia y tecnología, en la que el predominio en la representación de alguno de ellos, puede contribuir a una distorsión del análisis.

DIAGNÓSTICO

 

Para la elaboración de un diagnóstico sobre la producción científica, se realizó una encuesta a Becarios de Investigación de

Encuesta:

La UNNE cuenta con una planta de 4619 docentes, de los cuales 582 poseen dedicación de tiempo completo y constituyen el plantel de investigadores y personal de I+D, quienes juntamente con los 233 Becarios de Investigación de la Secretaría General de Ciencia y Técnica de la UNNE (SGCYT-UNNE), en las categorías Pregrado, Iniciación y Perfeccionamiento, conforman el conjunto de recursos humanos dedicados a la I+D.

La decisión de trabajar con la producción de los becarios y no incluir otros investigadores, se fundamenta en el hecho de que constituyen la masa crítica de recursos humanos de investigación con que la UNNE contará en un futuro próximo por lo que cualquier política de fomento de la producción científica deberá estar orientada a este grupo. Por otra parte se plantea el supuesto de que la actitud de difusión de los resultados que asumen los becarios es un reflejo de la impronta de sus propios directores, por lo que indican con buena aproximación el comportamiento de los investigadores formados.

Del universo de 102 becarios de las categorías de postgrado (becas de dos y tres años de duración), se realizó una encuesta sobre una muestra del 56%, formada por 36 becarios de Iniciación (graduados universitarios que inician su formación como investigadores y su formación de postgrado) y 21 becarios de Perfeccionamiento (graduados universitarios que completan su formación de postgrado).

La información de producción por becario se presenta en la Tabla 1.

 

Tabla 1: Diferentes tipos de Producción Científica por becario

(promedio, mínimo, máximo y mediana).

Variable

Promedio

Mínimo

Máximo

Mediana

Conferencias

0,97

0

12

0

Publicación Nacional con Referato

0,58

0

8

0

Publicación Nacional sin Referato

1,05

0

11

0

Publicación Internacional con Referato

0,27

0

3

0

Publicación Internacional sin Referato

0,13

0

3

0

Presentación Reunión o Congreso Local

3,18

0

25

2

Presentación Reunión o Congreso Nacional

1,64

0

10

1

Presentación Reunión o Congreso Internacional

0,88

0

7

0

 

El tipo de producción que más se presenta en los becarios de la UNNE es la presentación en reunión local, con un promedio de 3,18 presentaciones por becario, un mínimo de 0 presentaciones, un máximo de 25, donde se destaca que el 50% de los becarios ha realizado al menos 2 presentaciones locales (mediana igual a 2). Este tipo de presentación, corresponde a la Reunión de Comunicaciones Científicas y Tecnológicas que organiza anualmente la SGCYT-UNNE (con obligatoriedad de presentación para los becarios) y a Reuniones de Comunicaciones Científicas organizadas por diferentes Unidades Académicas. La finalidad de estas reuniones es difundir al interior de la Universidad los productos de las actividades de I+D y contribuir al entrenamiento de los recursos humanos jóvenes para la difusión de las actividades de investigación.

Le siguen en importancia las presentaciones en reuniones o congresos nacionales, con un promedio de 1,64 presentaciones por becario, un máximo de 10 presentaciones y una mediana de 1 presentación, lo que indica que el 50% de los becarios ha realizado al menos una presentación nacional. Esto podría ser resultante del entrenamiento logrado con las presentaciones locales, que los pone en condiciones de realizar presentaciones en congresos de su especialidad a nivel nacional.  Las presentaciones en reuniones científicas internacionales no se encuentran ausentes, si bien son más escasas, con un promedio de 0,88 por becario y un máximo de 7.

Las publicaciones sin referato, donde las nacionales presentan un promedio de 1,05 por becario y un máximo de 11, con un 50% de los becarios que no posee ninguna publicación y las internacionales, un promedio de 0,13 por becario, con un máximo de 3. Las publicaciones con referato se presentan con menor frecuencia, las nacionales con un promedio de 0,58 por becario y un máximo de 8 y las internacionales con un promedio de 0,27 y un máximo de 3. Estos valores indican que los becarios se encuentran en condiciones de redactar artículos científicos y publicarlos en revistas sin referato y en menor medida en revistas con referato, por lo que será necesario realizar acciones de concientización acerca de la importancia de la publicación en revistas con referato, de manera tal que privilegien este tipo de revistas para la difusión de los resultados de su investigación.

Preguntados sobre las causales de la escasa producción de artículos en revistas, la mayoría de los becarios considera a la presentación de trabajos en las reuniones locales como una publicación y respondió desconocer la importancia y necesidad de la publicación en revistas y además en revistas con referato. Esto lleva a la necesidad de diseñar estrategias orientadas a informar y formar a los becarios para que puedan reconocer las diferentes formas de producción científica, su aplicación a diferentes situaciones y la necesidad de difundir los resultados de su investigación en los medios aceptados mundialmente por la comunidad científica.

 

Tabla 2: Dictado de conferencias por becario, según tipo de beca
(promedio, mínimo, máximo, mediana, primer y tercer cuartel (Q1 y Q3)).

TIPO

Media

Mín

 Máx

Mediana

 Q1

 Q3

Libre  
1,49
0
12
0
0
2
Transferible  
1,22
0
8
0
0
1

 

Si bien entre los becarios encuestados, el 39% de los de iniciación y el 19% de los de perfeccionamiento pertenecen a la categoría de Temas Transferibles, lo cual implica la necesidad de transferibilidad en el corto plazo de los resultados de su investigación al sector social o productivo, no se registró  ningún  instrumento de transferencia. Solamente se ha detectado como posible instrumento de transferencia el dictado de conferencias, con un promedio de 1,35 conferencias por becario y un máximo de 12. No obstante no se observan diferencias en el dictado de conferencias por parte de los becarios de temas libres y los de temas transferibles y solamente el 25% de los becarios ha dictado alguna conferencia.

En los siguientes gráficos se hace un análisis más pormenorizado, de los becarios graduados, comprendidos en las categorías de Iniciación y Perfeccionamiento.

En primer lugar se analizan las variables que hacen a la formación de los becarios, que involucran la obtención de becas previas, el cursado de carreras de postgrado y los cursos de postgrado aprobados.


Categoría Iniciación:

El 53% de los becarios de Iniciación no tuvo beca previa, el 34% un año de beca de Pregrado y el 13% dos años de beca de Pregrado

Figura 1: Porcentajes de becarios según becas de pregrado obtenidas previamente.

 

 

El 93% de los becarios se encuentra cursando una carrera de postgrado, 58% doctorados, 24% maestrías y 11% especializaciones.

Figura 2: Porcentajes de becarios según carreras de postgrado que cursan.

 

 

El 89% de los becarios encuestados han tomado al menos un curso de postgrado.

Figura 3: Porcentajes de becarios según cursos de postgrado cursados.

 

 

Estos valores indican que la formación de los becarios de iniciación estaría adecuadamente cubierta en lo que hace a los aspectos de investigación y disciplinar.


Categoría Perfeccionamiento:

 

El 24% de los becarios ha tenido beca de pregrado y el 71% ha tenido una beca de Iniciación previa a la de Perfeccionamiento.

Figura 4: Porcentajes de becarios según becas de pregrado obtenidas previamente.

 

 

El 96% de los becarios se encuentra cursando una carrera de postgrado, 29% doctorados, 38% maestrías y 29% especializaciones.

Figura 5: Porcentajes de becarios según carreras de postgrado que cursan.

 

 

El 100% de los becarios encuestados han tomado al menos un curso de postgrado.

Figura 6: Porcentajes de becarios según cursos de postgrado cursados.

 

Estos valores indican que la formación de los becarios de perfeccionamiento estaría adecuadamente cubierta en lo que hace a los aspectos de investigación y disciplinar.

A continuación se analizan las variables referidas a la producción de los becarios.


Categoría Iniciación:

El 87% de los becarios ha realizado al menos una presentación en reunión local.

Figura 7: Porcentajes de becarios según presentaciones en reuniones o congresos locales.

 

 

El 74% de los becarios ha realizado al menos una presentación en reunión nacional.

Figura 8: Porcentajes de becarios según presentaciones en reuniones o congresos nacionales.

 

 

El 48% de los becarios ha realizado al menos una presentación en reunión local.

Figura 9: Porcentajes de becarios según presentaciones en reuniones o congresos locales.

 

 

 

El 39% de los becarios posee al menos una publicación en revista nacional sin referato.

Figura 10: Porcentajes de becarios según publicaciones nacionales sin referato.

 

 

 

El 8% de los becarios posee al menos una publicación internacional sin referato.

Figura 11: Porcentajes de becarios según publicaciones internacionales sin referato.

 

 

 

El 74% de los becarios no posee publicaciones nacionales con referato.

Figura 12: Porcentajes de becarios según publicaciones nacionales con referato.

 

 

El 87% de los becarios no posee publicaciones internacionales con referato.

Figura 13: Porcentajes de becarios según publicaciones nacionales con referato.

 

 


 

 

Categoría Perfeccionamiento:


El 86% de los becarios ha tenido al menos una presentación en reunión local.

Figura 14: Porcentajes de becarios según presentaciones en reuniones o congresos locales.

 

 

El 57% de los becarios ha realizado al menos una presentación en reuniones o congresos nacionales.

Figura 15: Porcentajes de becarios según presentaciones en reuniones o congresos nacionales.

 

 

El 24% de los becarios ha realizado al menos una presentación en reuniones o congresos internacionales.

Figura 16: Porcentajes de becarios según presentaciones en reuniones o congresos internacionales.

 

El 39% de los becarios posee al menos una publicación en revista nacional sin referato.

Figura 17: Porcentajes de becarios según publicaciones nacionales sin referato.

 

 

El 24% de los becarios posee al menos una publicación internacional sin referato.

Figura 18: Porcentajes de becarios según publicaciones internacionales sin referato.

 

 

El 43% de los becarios no posee publicaciones nacionales con referato.

Figura 19: Porcentajes de becarios según publicaciones nacionales con referato.

 

 

El 76% de los becarios no posee publicaciones internacionales con referato.

Figura 20: Porcentajes de becarios según publicaciones nacionales con referato.

 

 

Si bien era de esperar un incremento en la producción de los becarios de perfeccionamiento respecto de los de iniciación, no se observan grandes diferencias entre los dos tipos de becas, por lo que se puede decir que la producción no mejora con la permanencia de los becarios en el sistema. Estos resultados llevan a la conclusión de que es necesario realizar acciones sobre los recursos humanos jóvenes de investigación en la UNNE, para revertir una cultura de escasa publicación, divulgación y transferencia de los resultados de la investigación.

Con la finalidad de estudiar la composición de la producción de los becarios en relación con las disciplinas o áreas del conocimiento, se aplicó un Análisis de Componentes Principales, cuyos resultados se presentan a continuación.

Figura 21: Biplot, del Análisis de Componentes Principales de las variables de producción (Publicaciones con y sin Referato Nacionales (PNCR, PNSR) e Internacionales (PICR, PISR), Presentaciones a Reuniones o Congresos Locales (PCL), Nacionales (PCN) e Internacionales (PCI) y Conferencias (CONFE), en relación con la disciplina o área del conocimiento de los becarios de postgrado (Iniciación y Perfeccionamiento).

En la Figura 21 se observa un primer eje que representa en 39% de la variabilidad total, que está generado por las presentaciones en reuniones y congresos nacionales por un lado, asociadas con las áreas de las Ciencias Humanísticas, Médicas, Biológicas, Sociales, Exactas y Tecnológicas y Agrarias y por el otro las publicaciones, presentaciones a congresos internacionales y conferencias, asociadas las áreas del Hábitat y el Ambiente y de las Ciencias Veterinarias. En el segundo eje (vertical), que conserva el 28% de la variabilidad total, se puede diferenciar principalmente los becarios por su inclinación que separa las publicaciones en revistas nacionales e internacionales con y sin referato, más asociadas al Hábitat y Ambiente y las presentaciones en reuniones locales e internacionales y conferencias, más asociadas al área de las ciencias Veterinarias.

Con la finalidad de estudiar la composición de la formación de los becarios en relación con las disciplinas o áreas del conocimiento, se aplicó un Análisis de Conglomerados, cuyos resultados se presentan a continuación.

 

Figura 22: Dendograma resultante del Análisis de Conglomerados de las variables de formación (Cursos de Postgrado y carreras de Postgrado (Especialización, Maestría o Doctorado, finalizada o en curso), en relación con la disciplina o área del conocimiento de los becarios de postgrado (Iniciación y Perfeccionamiento).

 

En la Figura 22, en relación con la formación de los becarios, se observa la formación de dos grandes grupos, un Cluster A formado por los becarios de las áreas Veterinarias, Exactas y Tecnológicas, Médicas y Biológicas y un Cluster B, formado por los becarios de las áreas Agrarias, Humanísticas, Sociales y del Hábitat y el Ambiente. Las diferencias fundamentales entre ambos grupos se presentan fundamentalmente por una mayor tendencia a la formación doctoral en el grupo A y de especialización y maestría en el grupo B.

Este análisis permite establecer comportamientos diferentes en las distintas áreas del conocimiento respecto de los ámbitos y modalidades de difusión de los resultados de la investigación.

No obstante tener en cuenta la heterogeneidad del sistema y las diferentes modalidades y productos de investigación existentes, se considera que la producción de los becarios de investigación de la UNNE es escasa y deben realizarse acciones para mejorarla.


Análisis de las políticas, documentos e instrumentos de fomento utilizados en la UNNE:

En el propio Estatuto de la UNNE, se encuentran plasmados los lineamientos de las políticas institucionales en relación con la generación del conocimiento, la ciencia y la tecnología, de acuerdo con lo establecido en su primer artículo:

Artículo 1º: La Universidad Nacional del Nordeste, es una persona jurídica de derecho público, creada para satisfacer las exigencias de cultura superior en las provincias de Corrientes y Chaco, con sede principal y domicilio legal en la ciudad de Corrientes. Tiene por fin primordial la generación y comunicación de conocimientos del más alto nivel, y la formación ética, cultural, técnica y profesional, contribuyendo al esclarecimiento de los problemas y necesidades de todo orden de la región, para beneficio del hombre y extendiendo su acción y  servicios a la Comunidad a la que pertenece, en un clima de libertad, justicia, igualdad y solidaridad.-

 

Los lineamientos de políticas de la UNNE pueden ser extraídos también del Plan Estratégico 20008-2011, que entre las líneas de acción a desarrollar en el área de Ciencia y Técnica establece:

  • Desarrollar un programa orgánico para identificar las demandas de la Sociedad y las áreas de vacancia, en lo que hace a investigación, posgrado y transferencia, articulado entre la Secretaría General de Ciencia y Técnica, la Dirección de Postgrado, la Unidad de Vinculación Tecnológica y la Unidad Ejecutora de Transferencia y Gestión Estratégica.
  • Definir áreas y temáticas prioritarias en función de la identificación de áreas de vacancia, de las necesidades y demandas regionales y las propias posibilidades de la UNNE.
  • Desarrollar una política científico tecnológica sobre la base de las demandas, que facilite la distribución de conocimientos socialmente pertinentes y revalorice la cooperación, el desarrollo de áreas prioritarias y grupos emergentes.
  • Propiciar la integración y articulación del Sistema de Ciencia y Técnica de la UNNE con otras Universidades, especialmente las Universidades del Norte Grande, para compensar debilidades, sumar fortalezas y aprovechar oportunidades con más eficiencia, buscando el abordaje de temas regionales de interés prioritario.
  • Propiciar una formación complementaria de los recursos humanos del sistema de Ciencia y Técnica en lo atinente a aspectos tales como misión y visión de la Universidad, desarrollo sustentable, pertinencia, transferencia, solicitud de patentes o propiedad intelectual, para imbuir a los investigadores de un sentido de pertenencia, mejorar la contribución al medio y la gestión de sus propios logros.
  • Analizar el sistema de becas en lo referido a la optimización de los resultados que se logran en la formación de recursos humanos y su efectiva incorporación en áreas priorizadas.

Definir mecanismos para estimular la producción del conocimiento y su comunicación a través de publicaciones, coadyuvando a la formación y consolidación de equipos de investigación que puedan competir por recursos financieros externos y a la mejora de la categorización del personal docente. 

 

En relación con estos lineamientos y específicamente en el ámbito de la SGCYT-UNNE, en los últimos tres años se han desarrollados las siguientes actividades:

La Universidad ha firmado convenios:

        • Con el Ministerio de Educación (ME), para el mejoramiento de la mayores dedicaciones de personal de investigación, en el que se incluyen 37 ex-becarios de investigación de la Secretaria General de Ciencia y Técnica de la UNNE, con formación de postgrado, insertos en proyectos de investigación, que mantenían una precaria situación laboral a través de contratos equivalentes a una dedicación exclusiva, renovables cada seis meses.
        • Con la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica (ANPCYT), para el cofinanciamiento de proyectos de I+D. Actualmente se están ejecutando 25 PICTOS-UNNE, dentro de los cuales se incluyen 5 becas doctorales.
        • Con la ANPCYT, para el cofinanciamiento de un Programa de Formación de Recursos Humanos (PRH), en el que se incluyen 5 radicaciones o relocalizaciones de doctores (PIDRI) y la formación de 12 doctores (PFDT).
        • Con el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas (CONICET), para el cofinanciamiento de becarios de I+D. Actualmente se están financiando 14 becas de Tipo I y 8 de Tipo II de las convocatorias 2007 y 2008.
        • Con el CONICET, para la participación en el programa de becarios de Área de Vacancia Geográfica. Actualmente se están financiando 3 becas de Tipo I de la convocatoria 2007 y se están evaluando 10 presentaciones de la convocatoria 2008.

 

La reglamentación referida a I+D ha sido revisada y actualizada:

  • Reglamento de Becas de Investigación. Resol. Nº 475 del Consejo Superior, año 2007. Principalmente modifica los criterios de evaluación – categoría de investigación de los directores, necesidad de estar cursando una maestría o doctorado para acceder a una beca de Perfeccionamiento,  necesidad de que el plan de beca se inserte en un proyecto de investigación acreditado –, se incorpora además una Sección de Becas Cofinanciadas que  habilita el financiamiento conjunto de becarios con otras instituciones del Sistema Científico Tecnológico Nacional.
  • Reglamento de las Reuniones de Comunicaciones Científicas y Tecnológicas, Resol. Rectoral Nº 7186 del año 2007. Esta nueva normativa fundamentalmente modifica el tipo de presentación, que anteriormente consistía en un resumen expandido de 4 páginas a un resumen de no más de 500 palabras.
  • Reglamento para la presentación de Proyectos de Investigación, Resol. Nº 776 del Consejo Superior, año 2007. Fundamentalmente establece de manera clara y concisa la categoría de investigador de los directores, como así también criterios de evaluación de la calidad de los proyectos. Se acortaron los plazos para la presentación de proyectos estableciendo una convocatoria anual entre marzo y julio.

 

Se han encarado acciones de formación complementaria de los becarios y jóvenes investigadores:

    • Curso de redacción de tesis y artículos científicos, organizado y financiado por la SGCYT UNNE, editado en su primer versión en 2007, gratuito para los becarios, personal de investigación e investigadores de la SGCYT.
    • Talleres de formulación de proyectos, organizado y financiado por la SGCYT UNNE, dictado por técnicos de la ANPCYT, editado en su primera versión en 2007, a replicar en 2009.
    • Talleres de difusión y apoyo para el proceso de Categorización 2009, en el marco del Programa de Incentivos para Docentes Investigadores de Universidades Nacionales, destinado a docentes investigadores de la UNNE, versiones replicadas en los diferentes campus en el mes de marzo de 2009.
    • Taller de Propiedad Intelectual, editado en su primera versión en 2009.
    • Curso de Propiedad Intelectual, organizado y financiado por la SGCYT UNNE, editado en su primer versión en 2009, gratuito para los becarios, personal de investigación e investigadores de la SGCYT.
    • Curso de Metodología de la Investigación, organizado y financiado por la SGCYT UNNE, a editar en su primer versión en 2009, gratuito para los becarios, personal de investigación e investigadores de la SGCYT.

    No obstante estas acciones, se ha podido determinar  que la productividad en Investigación es baja, con lo cual la investigación no cumple con el requisito de pertinencia social esperada por un lado y los recursos humanos del sistema no alcanzan los estándares de calidad medios del sistema científico tecnológico nacional.

    PROPUESTA DE INTERVENCIÓN

    Se propone el abordaje de soluciones por diversas vías:

    I. Con la finalidad de contribuir al incremento de la producción de I+D en la Universidad Nacional del Nordeste se proponen las siguientes líneas de acción:

    • Incrementar en los jóvenes investigadores la conciencia de la necesidad de difundir los resultados de la investigación.
      Se proponen acciones concretas de formación y difusión como:
      • Garantizar a los becarios y jóvenes investigadores un curso de Metodología de la Investigación.
      • Garantizar a los becarios y jóvenes investigadores un curso de Redacción de Tesis y Artículos Científicos.
      • Garantizar a los becarios y jóvenes investigadores un curso de Propiedad Intelectual.
      • Talleres y Charlas sobre la necesidad de publicar los resultados de la investigación y las estrategias adecuadas a cada situación.
    • Incrementar paulatinamente el peso de la producción científica en la evaluación de las actividades de investigación en la Universidad (selección de becarios, evaluación de proyectos e informes de investigadores), con una fuerte campaña de información y concientización de las nuevas pautas.

     

    II. Con el objeto de definir indicadores de calidad y productividad, que tomen en consideración el contexto y la heterogeneidad del sistema, aplicables a diferentes campos disciplinares, se propone.

    1. Conceptualizaciones y ejemplos:

    Al momento de evaluar las actividades de I+D, lo primero que se debe determinar es si realmente constituyen actividades de I+D. Un determinado proyecto puede ser I+D si se realiza por una cierta razón, pero no lo será si se lleva a cabo por otra. En el campo de la medicina, una autopsia rutinaria para conocer las causas de un fallecimiento responde a la práctica médica corriente y no es I+D; por el contrario, la autopsia efectuada para estudiar un caso de mortalidad particular con el fin de establecer los efectos secundarios de cierto tratamiento contra el cáncer, sí es I+D. Análogamente, los exámenes rutinarios tales como los análisis de sangre o bacteriológicos que realizan los médicos, no son I+D, pero un programa especial de análisis de sangre realizado con ocasión de la introducción de un nuevo fármaco, sí es I+D. El registro diario de la temperatura o de la presión atmosférica no es I+D, ya que responde a operaciones habituales propias del organismo de pronóstico meteorológico o de recogida de datos de interés general. La investigación de nuevos métodos de medida de las temperaturas es I+D, así como el estudio y desarrollo de nuevos sistemas y técnicas de interpretación de datos. Las actividades de I+D ejecutadas en la industria de la ingeniería mecánica suelen estar muy vinculadas al trabajo de diseño y dibujo técnico, generalmente, en las pequeñas y medianas empresas (PyMEs) de este sector industrial no existe un departamento especial de I+D, y tales actividades son efectuadas muy a menudo bajo el título general de “estudios y proyectos”. Cuando los cálculos, proyectos, planos e instrucciones de funcionamiento se realizan para la construcción y puesta en marcha de plantas piloto y de prototipos, se deberían incluir en I+D, pero si se llevan a cabo para la preparación, ejecución y mantenimiento de producción normalizada (por ejemplo, plantillas, máquinas, herramientas) o para la promoción de la venta de productos (por ejemplo, ofertas, folletos y catálogos de piezas de recambio) deberían excluirse de la I+D.

    La investigación y la docencia en las universidades, están siempre muy unidas, ya que la mayoría de los profesores realizan las dos actividades y muchos de los edificios y equipos se utilizan para ambos objetivos. Dado que los resultados de la investigación se aprovechan en la docencia y que la información y la experiencia adquiridas en la enseñanza se pueden utilizar en la investigación, es difícil determinar con precisión dónde terminan las actividades de enseñanza y formación de los profesores y estudiantes universitarios, y dónde comienzan las actividades de I+D, y viceversa. La I+D se diferencia de la docencia rutinaria y del resto de las actividades por sus elementos novedosos. Realmente resulta muy difícil saber si hay que incluir en la I+D las actividades científicas que son subproductos de la enseñanza o de la formación. Esta dificultad se presenta con frecuencia en los casos de estudiantes de postgrado que se encuentran realizando los estudios de doctorado y sus actividades, supervisión de estudiantes por parte del profesorado universitario, atención médica especializada y ampliación permanente de conocimientos del profesorado universitario (estudio personal).

    En los países en que los estudiantes de postgrado constituyen un grupo reconocido, el límite entre sus actividades de I+D por un lado, y las de enseñanza y formación por otro, es muy difícil de establecer. Se deben tener en cuenta tanto las actividades de los estudiantes de postgrado como las de sus profesores. Algunas partes de los programas de estudio están muy estructuradas y comprenden, por ejemplo, planes de estudio, cursos, prácticas obligatorias de laboratorio, etc. En ese caso, el profesor imparte enseñanza y formación en metodología de la investigación. Las actividades habituales de estos estudiantes son la asistencia a clases obligatorias, el estudio de la literatura de la materia en cuestión, el aprendizaje de la metodología de la investigación, etc. Estas actividades no cumplen el requisito de novedad especificado en la definición de I+D. Además, para obtener una titulación final, los estudiantes también deben probar su aptitud mediante la realización de un estudio relativamente independiente que contenga los elementos de novedad exigidos para los proyectos de I+D y la presentación de los resultados. Estas actividades, por tanto, deben considerarse I+D, así como la supervisión ejercida por los profesores. Además de la I+D realizada en el marco de los cursos de postgrado, los profesores y alumnos pueden encontrarse involucrados en otros proyectos de I+D. Los estudiantes de este nivel también es frecuente que tengan algún vínculo o trabajen directamente para la institución en la que estudian y suelen tener contratos o algún tipo de compromiso similar que les obliga a dar clases a niveles inferiores o a realizar otras actividades, como la asistencia médica especializada, mientras pueden continuar sus estudios y trabajar en investigación.

    Íntimamente ligado al problema de identificar el elemento de I+D existente en la labor realizada por los estudiantes de postgrado surge el de obtener el componente de I+D que corresponde a los directores de tesis por el tiempo dedicado a la supervisión de estos estudiantes y de sus proyectos de investigación. Sólo se deben clasificar como I+D las actividades de supervisión si son equivalentes a la dirección y gestión de un proyecto de I+D con un elemento suficiente de novedad y cuyo objetivo sea el de producir nuevos conocimientos. En tales casos, la supervisión de los profesores universitarios y el trabajo de los estudiantes deben incluirse en I+D. Si la supervisión consiste únicamente en enseñar métodos de I+D o en la lectura o corrección de tesis, memorias o trabajos de los estudiantes de doctorado, debe excluirse de la I+D. En general, esta asistencia médica especializada no se considera I+D y todo cuidado médico que no esté directamente ligado a un proyecto específico de I+D, debe excluirse de las estadísticas de I+D.

    Al disociar la I+D de otras actividades relacionadas, se suele suscitar la pregunta de si el “estudio personal” debería incluirse entre las actividades de I+D. Ciertamente, es parte del perfeccionamiento profesional del personal de investigación y, a largo plazo, la experiencia y los conocimientos así adquiridos se integrarán en la mente del investigador, si no en la ejecución real de la I+D. En realidad, el “estudio personal” constituye un proceso acumulativo y, cuando la información obtenida por medio de esta actividad se traduzca en investigación, debe ser medida como I+D. Únicamente se debe considerar como I+D la ampliación de conocimientos personales realizada específicamente para un proyecto de investigación.

    En lo que respecta al desarrollo experimental, se debe tener en cuenta que si el objetivo principal es introducir mejoras técnicas en el producto o en el proceso, la actividad se puede definir como de I+D. Si, por el contrario, el producto, el proceso o la metodología ya están sustancialmente establecidos y el objetivo principal es abrir mercados, realizar la planificación previa a la producción o conseguir que los sistemas de producción o de control funcionen armónicamente, la actividad ya no es de I+D. Un caso particular lo constituyen los Ensayos Clínicos, en los que antes de sacar al mercado nuevos fármacos, vacunas o tratamientos deben someterse a ensayos sistemáticos para asegurar que son seguros y efectivos. Estos ensayos clínicos se dividen en cuatro fases normalizadas, tres de las cuales se realizan antes de tener el permiso para la fabricación. Con objeto de poder realizar comparaciones internacionales, se ha convenido que las fases 1, 2 y 3 se pueden incluir en la I+D. La fase 4 de los ensayos clínicos, en la que se continúa ensayando el fármaco o el tratamiento después de su aprobación y fabricación, solo deben incluirse como I+D si origina nuevos avances científicos o tecnológicos. Además, no todas las actividades realizadas antes de la obtención del permiso de fabricación se consideran I+D, especialmente cuando transcurre un tiempo de demora significativo tras la terminación de la fase 3 de los ensayos, durante el cual pueden comenzar actividades publicitarias y de desarrollo.

    Para que un proyecto de desarrollo de software pueda clasificarse como I+D su realización debe dar lugar a un progreso científico o técnico y su objetivo debe resolver de forma sistemática una incertidumbre científica o técnica. Deben clasificarse como I+D el software que forma parte de un proyecto de I+D, así como las actividades de I+D asociadas a un software si éste constituye un producto acabado. El desarrollo de software, por su propia naturaleza, dificulta la identificación del componente de I+D, si es que existe. El desarrollo de programas informáticos es una parte integrante de numerosos proyectos que, en sí mismos, no tienen ningún componente de I+D. No obstante, el desarrollo del software de tales proyectos se puede clasificar en I+D siempre que se produzca un avance en el campo de la informática. Normalmente, esos avances son generalmente evolutivos más que revolucionarios. Por tanto, la actualización a una versión más potente, la mejora o la modificación de un programa o de un sistema ya existente, pueden clasificarse en I+D si aportan progresos científicos y/o tecnológicos que dan lugar a mayor conocimiento. El uso de software para una nueva aplicación o finalidad no constituye en sí mismo un progreso.

    Para las ciencias sociales y las humanidades, la existencia de un elemento apreciable de novedad o la resolución de una incertidumbre científica o tecnológica vuelve a ser el criterio que nos ayuda a definir la frontera entre las actividades de I+D y las actividades científicas afines (rutinarias). Este elemento puede estar ligado a la parte conceptual, metodológica o empírica del proyecto en cuestión. Las actividades relacionadas de naturaleza rutinaria sólo se pueden incluir en la I+D si están destinadas a un proyecto específico de investigación o si se ejecutan como parte integrante de él. Por tanto, los proyectos de naturaleza rutinaria en los que los científicos de las ciencias sociales utilicen metodologías establecidas, principios y modelos, aunque sean propios de las ciencias sociales, para resolver un determinado problema, no podrán clasificarse como investigación. Algunos ejemplos de actividades que por su naturaleza rutinaria no suelen incluirse en I+D son los siguientes: los comentarios interpretativos sobre los efectos económicos probables derivados de una modificación del sistema fiscal, realizados con ayuda de datos económicos existentes; la utilización en psicología aplicada de técnicas tipo para la selección y clasificación de personal industrial y militar, estudiantes, etc., y para el examen de niños disléxicos o que presenten cualquier otra discapacidad.

    El término I+D engloba tres actividades: investigación básica, investigación aplicada y desarrollo experimental.

    La investigación básica consiste en trabajos experimentales o teóricos que se emprenden principalmente para obtener nuevos conocimientos acerca de los fundamentos de los fenómenos y hechos observables, sin pensar en darles ninguna aplicación o utilización determinada. La investigación básica analiza propiedades, estructuras y relaciones, con objeto de formular y contrastar hipótesis, teorías o leyes. La referencia a “sin pensar en darle ninguna aplicación o utilización determinada” en la definición de investigación básica es crucial, ya que el ejecutor puede no conocer aplicaciones reales cuando hace la investigación o responde a las encuestas. Los resultados de la investigación básica no se ponen normalmente a la venta, sino que generalmente se publican en revistas científicas o se difunden directamente a colegas interesados, en ocasiones, la difusión de sus resultados básica puede ser considerada “confidencial” por razones de seguridad. La investigación básica se lleva a cabo normalmente por científicos, quienes tienen libertad para fijarse sus propios objetivos. Puede estar orientada o dirigida hacia grandes áreas de interés general, con el objetivo explícito de un amplio abanico de aplicaciones en el futuro. Un ejemplo son los programas de investigación pública sobre nanotecnología puestos en marcha por varios países. También empresas del sector privado pueden llevar a cabo investigación básica, con la finalidad de prepararse para la siguiente generación de tecnología. La investigación sobre las pilas de combustible es un buen ejemplo. Se trata de investigación básica según los términos de la definición anterior, ya que no se prevé ninguna utilización particular. En el Manual de Frascatital tipo de investigación se define como “investigación básica orientada” que puede distinguirse de la investigación básica pura porque la investigación básica pura se lleva a cabo para hacer progresar los conocimientos, sin intención de obtener a largo plazo ventajas económicas o sociales y sin un esfuerzo deliberado por aplicar los resultados a problemas prácticos ni transferirlos a los sectores responsables de su aplicación, mientras que la investigación básica orientada se lleva a cabo con la idea de que producirá una amplia base de conocimientos susceptible de constituir un punto de partida que permita resolver problemas ya planteados o que puedan plantearse en el futuro. El identificar por separado la investigación básica orientada puede ayudar a identificar la “investigación estratégica”, un concepto amplio frecuentemente citado durante el proceso de elaboración de las políticas.

    La investigación aplicada consiste también en trabajos originales realizados para adquirir nuevos conocimientos; sin embargo, está dirigida fundamentalmente hacia un objetivo práctico específico. Se emprende para determinar los posibles usos de los resultados de la investigación básica, o para determinar nuevos métodos o formas de alcanzar objetivos específicos predeterminados. Este tipo de investigación implica la consideración de todos los conocimientos existentes y su profundización, en un intento de solucionar problemas específicos. En el sector empresas, la separación entre investigación básica e investigación aplicada vendrá dada normalmente por la preparación de un nuevo proyecto para explorar un resultado prometedor obtenido en el marco de un programa de investigación básica. Los resultados de la investigación aplicada recaen, en primer lugar, sobre un producto único o un número limitado de productos, operaciones, métodos o sistemas. La investigación aplicada desarrolla ideas y las convierte en algo operativo. Los conocimientos o informaciones obtenidas de la investigación aplicada son a menudo patentados, aunque igualmente pueden permanecer secretos. Aún cuando se reconoce que una parte de la investigación aplicada puede describirse como investigación estratégica, la falta de acuerdo entre los países miembros sobre la manera de identificarlas por separado impide que pueda formularse en el momento actual una recomendación.

    El desarrollo experimental consiste en trabajos sistemáticos que aprovechan los conocimientos existentes obtenidos de la investigación y/o la experiencia práctica, y está dirigido a la producción de nuevos materiales, productos o dispositivos; a la puesta en marcha de nuevos procesos, sistemas y servicios, o a la mejora sustancial de los ya existentes. En las ciencias sociales, el desarrollo experimental puede definirse como el proceso que permite convertir los conocimientos adquiridos a través de la investigación en programas operativos, incluidos los proyectos de demostración que se llevan a cabo con fines de ensayo y evaluación. Esta categoría tiene escasa o nula significación en el caso de las humanidades. El criterio básico que se sigue para determinar si un proyecto es de I+D es que se observe un elemento apreciable de novedad y de resolución de una incertidumbre científica o tecnológica.

    2. Indicadores:

    Criterios para diferenciar la I+D de otras actividades científicas, tecnológicas e industriales afines:

    1. ¿Cuáles son los objetivos del proyecto?
    2. ¿Existe un elemento nuevo o innovador en ese proyecto?
      ¿Busca fenómenos, estructuras o relaciones desconocidos hasta ahora?
      ¿Supone una nueva forma de aplicar conocimientos o técnicas?
      ¿Existe una posibilidad significativa de que más de una organización tenga un conocimiento mejor (en extensión o profundidad) de fenómenos, relaciones o principios de manipulación?
      ¿Se pueden patentar los resultados?
    3. ¿Qué personal trabaja en el proyecto?
    4. ¿Cuáles son los métodos utilizados?
    5. ¿Qué programa financia el proyecto?
    6. ¿En qué medida las conclusiones o los resultados o hallazgos de este proyecto pueden tener carácter general?
    7. ¿Estaría mejor clasificado el proyecto como otra actividad científica, tecnológica o industrial?

    Indicadores de Inversión:

    1. Tasa de Gastos en I+D (TGI+D: % Presupuesto Institucional): Gasto total en I+D, en porcentaje sobre el Presupuesto de la Institución.

     

    2. Tasa de Gastos por Actividad de I+D (TGiI+D: % GTI+D): Discriminado por actividad financiada (i: financiamiento de proyectos, salarios de personal de investigación y de apoyo a la investigación, formación de recursos humanos: becarios, formación complementaria).

    3. Becarios: Nº total de becarios de I+D en relación a dedicación de tiempo completo, por categoría. En función de que los becarios de pregrado son de tiempo parcial (20 hs semanales) y los de postgrado de tiempo completo (40 hs semanales), el cómputo se realizará de la siguiente manera:

    Nº Becarios Pregrado * 0,5

    Nº Becarios Iniciación * 1

    Nº Becarios Perfeccionamiento * 1

    4. Personal e Investigadores (DTC): Nº total de personas dedicadas a actividades de I+D en relación a dedicación de tiempo completo. Si bien los docentes afectados a las tareas de I+D en la UNNE poseen mayor dedicación, pueden participar en proyectos de I+D docentes de dedicación simple (10 hs semanales), semiexclusiva (20 hs semanales) y exclusiva (40 hs semanales), por lo que el cómputo se realizará de la siguiente manera:

    Nº Docentes Dedicación Simple * 0,25

    Nº Docentes Dedicación Semiexclusiva  * 0,5

    Nº Docentes Dedicación Exclusiva  * 1


    Indicadores de Resultados:

     

    Investigación Básica.

    Producción:

    1. Nº artículos científicos, discriminados por tipo de revistas (internacionales, nacionales, locales, indexadas, no indexadas, con y sin referato).

    2. Nº de presentaciones en reuniones científicas y congresos discriminados por alcance de la reunión (local, nacional, internacional) y por especificidad (disciplinar, general).

    Productividad:

    1. Nº de artículos científicos por tipo de revista, en relación con los proyectos (API) y en relación con la cantidad de personal de tiempo completo (AInv).

     

    2. Nº de trabajos presentados en reuniones científicas y congresos, por alcance y especificidad, en relación con los proyectos (PCPI) y en relación con la cantidad de personal de tiempo completo (PCInv).

     

    3. Nº de tesis terminadas (Nº de postgraduados).

     

    4. Tasa de Postgraduación (Relación becarios / postgraduación):

     

    5. Nº de tesinas y trabajos finales de carrera terminados (Nº de graduados):

     

     

    Investigación Aplicada.

    Producción:

    1. Nº artículos científicos, discriminados por tipo de revistas (internacionales, nacionales, locales, indexadas, no indexadas, con y sin referato).

    2. Nº de presentaciones en reuniones científicas y congresos discriminados por alcance de la reunión (local, nacional, internacional) y por especificidad (disciplinar, general).

    3. Nº de transferencias al sector social o productivo. Indicar los instrumentos de transferencia y las instituciones beneficiarias.

    Productividad:

    1. Nº de artículos científicos por tipo de revista, en relación con los proyectos (API) y en relación con la cantidad de personal de tiempo completo (AInv).

     

    2. Nº de trabajos presentados en reuniones científicas y congresos, por alcance y especificidad, en relación con los proyectos (PCPI) y en relación con la cantidad de personal de tiempo completo (PCInv).

     

    3. Nº de tesis terminadas (Nº de postgraduados).

     

    4. Tasa de Postgraduación (Relación becarios / postgraduación):

     

    5. Nº de tesinas y trabajos finales de carrera terminados (Nº de graduados):

     

    7. Nº de transferencias, en relación con los proyectos (TPI) y en relación con la cantidad de personal de tiempo completo (TInv).

     

     

    Desarrollo Tecnológico.

    Producción:

    1. Nº de desarrollos e innovaciones tecnológicas transferidas.

    2. Nº de patentes obtenidas.

     

    Productividad:

    1. Nº de desarrollos tecnológicos transferidos, en relación con los proyectos (TPI) y en relación con la cantidad de personal de tiempo completo (TInv).

     

     

    Indicadores de Colaboración

    1. Nº Publicaciones en colaboración.

    2. Índice de coautoría (Nº medio de autores por producto):

     

    3.  Nº de instituciones participantes.

    4. Nº de participantes de otras instituciones.

    5. Tasas de colaboración local, regional, nacional e internacional:

     

     

    Indicadores de Distribución

    1. Tasa de Gastos en I+D (% GTI+D) por área del conocimiento (GjI+D):
    2. Tasa de Proyectos de I+D por área del conocimiento (TPI+Dj).
    3. Tasa de Becarios por área del conocimiento (TBj):
    4. Tasa de Investigadores por área del conocimiento (TInvJ):
    5. Tasa de productos (artículos discriminados por  tipo de revista, presentaciones a congresos y reuniones discriminados por alcance y especificidad, transferencias, desarrollo tecnológicos transferidos, etc) por área del conocimiento:
    6. Tasa de postgraduación por área del conocimiento:

     

     

    III. Como metodología para la evaluación de la actividad científico-tecnológica, concretamente en la evaluación de presentaciones, planes, proyectos e informes se propone.

     

    Evaluación de Presentaciones a Becas y Concursos de Personal de I+D:

    1. Aplicar los “Criterios para diferenciar la I+D de otras actividades científicas, tecnológicas e industriales afines”.
    2. Evaluar a los Directores e postulantes, teniendo en consideración su formación y los “Indicadores de Inversión, de Resultados y de Colaboración”.
    3. Evaluar la calidad del Plan de Trabajo, fundamentalmente en lo que respecta a su factibilidad, coherencia entre Objetivos, Aspectos Metodológicos, Integrantes, Presupuesto y Fuentes de Financiamiento.
    4. Evaluar especialmente los resultados esperados en relación con el tipo de  actividades de  I+D que se incluyen (investigación básica, investigación aplicada y desarrollo experimental).

     

    Evaluación de Planes y Proyectos:

    1. Aplicar los “Criterios para diferenciar la I+D de otras actividades científicas, tecnológicas e industriales afines”.
    2. Evaluar a los Directores e integrantes del Proyecto, teniendo en consideración su formación y los “Indicadores de Inversión, de Resultados y de Colaboración”.
    3. Evaluar la calidad del Proyecto, fundamentalmente en lo que respecta a su factibilidad, coherencia entre Objetivos, Aspectos Metodológicos, Integrantes, Presupuesto y Fuentes de Financiamiento.
    4. Evaluar especialmente su contribución a la formación de recursos humanos para el Sistema Científico Tecnológico de la Universidad y la Región y los resultados esperados en relación con el tipo de  actividades de I+D que se incluyen (investigación básica, investigación aplicada y desarrollo experimental).
    5. Evaluar especialmente los resultados esperados en relación con el tipo de  actividades de  I+D que se incluyen (investigación básica, investigación aplicada y desarrollo experimental).

     

    Evaluación de Informes de Proyectos y Becarios

    1. Evaluar su contribución a la formación de recursos humanos para el Sistema Científico Tecnológico de la Universidad y la Región.  Aplicar los “Indicadores de  Resultados”, en los ítems que se refieren a formación.
    2. Evaluar los resultados obtenidos en relación con el tipo de  actividades de  I+D que se incluyen (investigación básica, investigación aplicada y desarrollo experimental). Aplicar los “Indicadores de Resultados y de Colaboración”.

     

    Evaluación de la Gestión de Ciencia y Tecnología

    1. Aplicar los “Indicadores de Inversión, de Producción, de Colaboración y de Distribución” a cada una de las actividades de I+D.

     

    IV. Como instrumentos de fomento para áreas de vacancia y grupos emergentes se proponen.

      • Definir áreas de vacancia.
      • Continuar con la implementación de políticas de fomento para la radicación de investigadores formados en el ámbito de la Universidad y el apoyo en la formación de doctores, recurriendo para su financiamiento a Programas disponibles en instituciones del Sistema Científico Tecnológico Nacional e Internacional.
      • Detectar grupos emergentes, constituidos por jóvenes investigadores insertos en el Sistema Científico Tecnológico de la Universidad.
      • Realizar convocatorias especiales en las que se flexibilicen los estándares, fundamentalmente en lo que respecta a los indicadores de formación y productividad del grupo de investigadores involucrados, para permitir la  incorporación de grupos emergentes al Sistema.

      Bibliografía:

      Manual de Frascati (años 1981, 1983 y 2002).

      Manual de Oslo (años 1992 y 1996).

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      Díaz Sánchez, Eduardo; Gómez Otero, Carlos A.; Cuervo López, Javier; de la Sota Rius, José. Guía para emprendedores de base tecnológica emprender desde la investigación y el desarrollo tecnológico.

       Olmeda Gómez, Carlos; Ortiz-Repiso Jiménez, Virginia; Aragón González, Inés;

      Ovalle-Perandones, Mª Antonia; Perianes-Rodríguez, Antonio. Indicadores Científicos de Madrid. (ISI, Web of Science, 1990-2003).

      Observatorio Aragonés de Investigación e Innovación. Metodología de desarrollo de indicadores de I+D+i.

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      Gianella, Carlos. Innovación. Curso IGLU 2008.

Gestión Universitaria
ISSN  1852-1487

http://www.gestuniv.com.ar

Vol.:01
Nro.:03
Buenos Aires, 15-07-2009

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